Activistas vinculados a la flotilla humanitaria Global Sumud sostienen que la ambientalista Greta Thunberg fue “sometida a tratos degradantes y tortura” mientras estaba detenida por fuerzas israelíes tras la interceptación de la misión con rumbo a Gaza.
Según relatos de testigos y abogados que representan a los activistas deportados, Thunberg habría sido arrastrada por el cabello, golpeada, obligada a besar la bandera israelí y fotografiada con símbolos en su contra.
El periodista turco Ersin Çelik, participante de la flotilla, afirmó que presenció uno de estos episodios: “Arrastraron a la pequeña Greta delante de nosotros, la golpearon y la obligaron a besar la bandera israelí”.
“Hicieron todo lo imaginable con ella, como advertencia para los demás”, aseguró.
Adicionalmente, otros detenidos dijeron que fue forzada a posar con banderas ajenas, obligada a permanecer largos periodos sentada sobre superficies duras y sometida a condiciones precarias de alimentación y agua.
Estas acusaciones fueron recogidas en declaraciones enviadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Suecia.
Por su parte, Israel rechazó estas denuncias, calificándolas de “completas mentiras” y aseguró que todos los detenidos fueron tratados conforme a normas legales e internacionales.