
El gobierno de Javier Milei anunció este miércoles el retiro de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), argumentando “profundas diferencias” con el organismo en la gestión sanitaria, particularmente durante la pandemia de COVID-19.
Críticas a la OMS y defensa de la soberanía
El portavoz presidencial, Manuel Adorni, explicó que la medida responde a la falta de independencia del organismo y su influencia en la toma de decisiones durante la pandemia, situación que, según el gobierno, llevó a Argentina a aplicar “el encierro más largo de la historia de la humanidad” bajo la administración del expresidente Alberto Fernández (2019-2023).
“El presidente Milei instruyó al canciller Gerardo Werthein para retirar la participación de Argentina en la OMS. No vamos a permitir que un organismo internacional intervenga en nuestra soberanía, mucho menos en nuestra salud”, afirmó Adorni.
Desde el Ejecutivo aseguran que esta decisión no afectará el financiamiento ni los servicios sanitarios del país, ya que Argentina no depende de recursos de la OMS para su gestión de salud. Por el contrario, el gobierno sostiene que la medida permitirá mayor autonomía en la implementación de políticas sanitarias, asegurando que el país tendrá “más flexibilidad y disponibilidad de recursos”.
Antecedentes internacionales
La decisión del gobierno argentino sigue una línea similar a la adoptada recientemente por Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para retirar a su país de la OMS. Este movimiento ya había sido intentado en 2020, durante su primer mandato, pero fue revertido con la llegada de Joe Biden al poder en enero de 2021.
En Argentina, el retiro de la OMS refuerza la postura de Milei en favor de una mayor soberanía nacional, hecho que se alinea con su visión de reducir la injerencia de organismos internacionales en la política interna del país trasandino.