El exdirector del Servicio Nacional de Migraciones Álvaro Bellolio calificó como “tremendamente complejo” la hipótesis de secuestro por agentes venezolanos del teniente (r) Ronald Ojeda Moreno.
“Este militar es uno de los pocos casos, en los últimos 5 años, en que se le ha otorgado refugio por el Estado de Chile”, dijo en “La Mañana de Agricultura”. “El Estado decidió, en un proceso muy largo, más de tres años, que él era o perseguido político, o se estaban violando flagrantemente sus derechos humanos, o las dos”, señaló.
Después de todo ese proceso, el Estado dice “eres un perseguido político, el Estado de Chile te entrega protección internacional. Que algunos meses después de otorgado el refugio, haya sido secuestrado en las condiciones y los supuestos que se están dando, yo creo que es gravísimo, porque habla de una vulneración, una falta de capacidad de inteligencia, de preparación. Y la respuesta final es qué pasó y dónde está ahora. Eso pone al desnudo nuestra falencia de contrainteligencia, de preparación, de idealmente poder otorgar refugio y protección al que lo necesita”.
Álvaro Bellolio: “Significaría un quiebre importante con las relaciones de ese país”.
Consultado por la probabilidad de que este acto haya sido cometido por grupos de inteligencia o contrainteligencia de Venezuela, Bellolio respondió que “esa es la gran pregunta. Yo, personalmente, sin tener la certeza, me tocó trabajar bastante con el consulado venezolano, y era un trabajo bastante fluido y bastante amigable. Pero en el caso específico, lo que hice fue preguntarle a ciertas personas relevantes de la comunidad venezolana que hayan sido perseguidos por el SEBIN, que hayan tenido que arrancar, que hayan tenido condiciones que se consideraban prisión política y les pregunté qué opinaban“.
En ese sentido, “en general, ellos dijeron, al día de hoy, más o menos, que el caso es muy atípico, es muy raro. Ellos creen que puede ser un 60% de probabilidad que haya sido un servicio de contrainteligencia y un 40% que haya sido crimen organizado“.
Agregó que “probar que esto fue hecho por un servicio de contrainteligencia por un extranjero es tremendamente complejo, y si es que se llega a comprobar, porque han ocurrido en otras condiciones, significaría un quiebre importante con las relaciones de ese país”.