Crisis de seguridad en el fútbol: Clubes piden presencia policial dentro de los recintos

Luego de los trágicos incidentes ocurridos el jueves pasado en el Estadio Monumental, que terminaron con la suspensión del partido de Colo Colo y la muerte de dos hinchas, la preocupación por la seguridad en los recintos deportivos volvió al centro del debate. Diversos dirigentes del fútbol chileno han alzado la voz para exigir medidas urgentes, entre ellas el retorno de Carabineros a los estadios, algo que no ocurre de forma permanente desde 2013.

Entre quienes apoyan esta propuesta están Juan Tagle, presidente de Universidad Católica; Jorge Contador, timonel de Coquimbo Unido; y Hernán Rosemblum, dirigente de Huachipato. Todos coinciden en que los clubes no cuentan con los recursos ni las atribuciones necesarias para enfrentar la creciente violencia en los recintos deportivos.

“Los clubes deben asumir muchas responsabilidades como organizadores de espectáculos, y si no cumplimos, está bien que nos sancionen. Pero no tenemos las herramientas para enfrentar a bandas de delincuentes, eso es un problema de orden público que debe ser asumido por el Estado“, declaró Juan Tagle, quien además propuso que la ANFP y el Gobierno trabajen en conjunto para combatir este fenómeno.

Por su parte, Jorge Contador fue más allá y planteó una solución concreta: financiar la presencia policial. “Estamos dispuestos a destinar dinero para Carabineros, tal como se hace en Argentina para la policía local. Ya invertimos mucho en guardias privados que no tienen la preparación para controlar este tipo de situaciones”, argumentó.

En la misma línea, Hernán Rosemblum enfatizó que muchos dirigentes están dispuestos a cubrir los costos asociados a la presencia policial dentro de los recintos, aunque actualmente la legislación no lo permite. “Se necesita una modificación legal. Las atribuciones que tienen los Carabineros permitirían controlar muchas de las situaciones de violencia que los guardias privados no pueden manejar”, explicó.

La discusión se instala en un contexto donde la seguridad en el fútbol chileno está nuevamente en crisis, y donde los esfuerzos actuales parecen insuficientes ante los niveles de violencia que se están evidenciando en los estadios.