¿Es posible revalorizar la lana transformándola en fertilizantes altos en nutrientes y con capacidad de retención de humedad? Todo indica que sí: La lana es rica en carbono, nitrógeno y azufre, elementos esenciales para la nutrición vegetal, además de contener microelementos como manganeso, zinc y cobre.
Esto presenta una prometedora opción, que aporta a la productividad y a mejorar la rentabilidad.
El proyecto “Lana Fertilizante, Economía Circular y Regenerativa” del Centro Ovisnova de la Universidad Santo Tomás, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional, busca revalorizar la lana ovina, fomentar la circularidad y hacer más sustentables y regenerativos los predios ganaderos de secano.
En esta investigación es que deciden abordar la gran problemática que existe en relación a la falta de mercado para la lana de baja calidad.
Innovar en el uso de la lana de oveja
Gracias al trabajo del Centro Ovisnova se ha buscado innovar en el uso de la lana en la agricultura moderna, a través del concepto de economía circular.
“La revalorización de la lana de baja calidad a través de su uso en la agricultura no solo ofrece una solución sostenible a los problemas asociados con su disposición, sino que también proporciona un insumo valioso para mejorar la productividad agrícola”, indica Marcela Gómez Ceruti, coordinadora del Proyecto e investigadora del Centro Ovisnova de la UST.
La lana es una fibra natural que crece continuamente en la piel de la oveja, formando una capa aislante que la protege de las condiciones ambientales adversas. A lo largo de la historia ha sido una de las principales fibras utilizadas para la elaboración de tejidos debido a su durabilidad, confort, capacidad aislante y elasticidad.
Sin embargo, con la aparición de fibras sintéticas y cambios en las preferencias de los consumidores, la demanda de fibras naturales para la confección textil, ha disminuido considerablemente.
Esto ha llevado a que la lana de ovejas de razas carniceras, que es más gruesa y de menor calidad para la industria textil, se deseche, se regale o se venda a precios muy bajos.
Para los agricultores esto genera un problema importante, pues deben esquilar sus ovejas anualmente y además deben pagar por la esquila de cada animal, costo importante para el sistema productivo.
Los cinco usos de la fibra natural
A continuación se presentan cinco usos de la lana de oveja que han derivado del trabajo realizado en el Centro de Investigación:
- Se puede diluir en un proceso de hidrólisis y transformarse en un fertilizante líquido
La lana puede ser disuelta en agua con ayuda de compuestos químicos, enzimas y microorganismos, degradándose la queratina y liberando los nutrientes para su uso en nutrición vegetal.
Las soluciones obtenidas, al ser aplicadas sobre los cultivos, han demostrado aumentar el rendimiento y mejorar el contenido de nutrientes. Tal es la importancia de este proceso que se ha desarrollado a través de un proyecto particular financiado por el Gobierno Regional de O’Higgins.
Esto radica en la posibilidad de ser utilizada sobre grandes extensiones de cultivos o praderas como fertilizante foliar y ser un aporte de nutrientes, principalmente nitrógeno, que permitirá apoyar el mejoramiento de la productividad a un muy bajo costo y reducir la dependencia de fertilizantes químicos.
- Puede ser incorporada en forma directa en el Suelo
La forma más sencilla de aprovechar la lana como fertilizante es incorporándola directamente al suelo. Además de su alto contenido de nutrientes, esta puede absorber y retener la humedad, contribuyendo a la conservación del agua en sistemas agrícolas.
Ha demostrado mejoras en la porosidad, estabilidad de agregados, humedad aprovechable, disponibilidad de nutrientes y actividad enzimática del suelo al usar lana como enmienda.
- Se puede Compostar
El compostaje es una de las alternativas más económicas y sostenibles para utilizar la lana en la agricultura.
La mezcla de lana con otros desechos orgánicos en el compostaje puede mejorar el rendimiento y la calidad de los cultivos, así como las propiedades fisicoquímicas y la actividad microbiana del suelo.
- Se puede transformar en Pellets
Una forma innovadora de utilizar la lana en la agricultura es su transformación en pellets. Esta presentación facilita su aplicación al suelo y conserva los nutrientes de la lana.
Los pellets de lana han demostrado mejorar el crecimiento y rendimiento de diversos cultivos. Aunque la alta estabilidad de la lana puede retener algunos nutrientes, esta característica puede ser vista como una ventaja al actuar como un fertilizante de liberación controlada.
- Se puede usar como Mulch
La lana también puede ser utilizada como mulch en cultivos hortícolas y frutícolas. Al disponer lana alrededor de las plantas, se crea una capa que reduce la pérdida de agua, controla el crecimiento de malezas y previene la erosión del suelo.
Para usar la lana de este modo se recomienda un lavado previo y remoción manual de posibles semillas que traiga el vellón, para evitar su germinación en el lugar donde se disponga el mulch. En estas dos estrategias de innovación, mulch y pellet, está trabajando la Investigadora de Ovisnova, Lina Correa.