Javier Torres/Aton Chile.
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El expresidente del Colegio Médico, Enrique Paris (69), manifestó su preocupación por los desaciertos del ministro Emilio Santelices, el último de ellos con las acciones de Sonda. En entrevista con La Nación on line, también dijo que no participará en otro comando presidencial, tras su paso por el de Sebastián Piñera .

Hace algunas semanas, Paris presentó su renuncia a la Universidad Finis Terrae, donde era profesor de Pediatría y director de Postítulo de la Escuela de Medicina, convencido de que asumiría el cargo de superintendente de Salud, lo que finalmente no ocurrió. Se quedó solo con su consulta. Hoy distribuye su tiempo además entre la Fundación Acrux, que realiza operativos médicos en conjunto con la Armada, participa en el directorio de Conin y afina un libro sobre cuidados intensivos pediátricos que lanzará junto a otros especialistas. Se encuentra postulando también a cargos en medicina en dos universidades.

Pese a que el mismo Presidente le ofreció el cargo de superintendente de Salud, el doctor Paris debió presentarse a concurso público porque el profesional que liderará el organismo debía ser seleccionado por Alta Dirección Pública. Postuló al concurso, pero a poco andar renunció. En una declaración pública aseguró que había tomado la decisión por motivos “personales”, pero trascendidos dieron cuenta de sus desavenencias con el ministro de Salud, Emilio Santelices, y el apoyo explícito que este le dio a la también postulante al puesto y ex subsecretaria de Salud Pública de la primera administración de Piñera, Liliana Jadue. El secretario de Estado desmintió posteriormente esta versión.

El día de la conversación de Paris con el diario La Nación digital, el doctor Santelices había saltado nuevamente al tapete luego de que se conociera que había adquirido acciones por $40 millones de la empresa Sonda, la que mantiene contrato con Fonasa. A raíz de su cargo se podía generar entonces un eventual conflicto de interés. Según informó “Ahora Noticias”, de Mega, basándose en la declaración de patrimonio del ministro, los títulos fueron adquiridos en marzo de este año. El titular de Salud aclaró después que se compraron en julio de 2107 e hizo que fueran vendidas para evitar cualquier suspicacia.

“Yo no tengo acciones, pero si tuviera $40 millones invertidos en una empresa creo que lo sabría. Desgraciadamente Santelices era asesor de Fonasa en el gobierno anterior. ¿Cómo es posible que un ministro diga que no sabe que Sonda, que es una empresa multinacional, tiene contrato con múltiples empresas del Estado?Me alegro que este tema vaya a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados (el ministro fue citado este martes por la Comisión de Salud). La opinión pública necesita que le clarifiquen las cosas, todo esto atenta contra la transparencia. Puede decir (el ministro) ‘me equivoqué’, pero no que no sabía. ¿Si el reportaje no se hubiera difundido no se habría enterado nunca?”, remarca.

Renuncia al concurso público

– Usted arribó en agosto del año pasado al comando de Piñera con ideas bien potentes respecto al fortalecimiento de la Atención Primaria. Fue presentado oficialmente con harto despliegue. Posteriormente no fue nombrado ministro de Salud y no obtuvo cargos de primera línea. ¿Está decepcionado del Gobierno?

– Yo era presidente del Colegio Médico cuando me llamó el doctor Jaime Mañalich para pedirme que me incorporara al comando de salud de Piñera y le dije que no podía en ese momento, porque debía seguir en la entidad gremial, representando a todos los médicos. Le planteé que me llamara nuevamente cuando dejara la dirigencia. Cuando eso sucedió el exministro se comunicó inmediatamente conmigo y contesté que sí. Mi incorporación fue “a todo trapo”. Junto con participar en el programa, acompañé al ahora Presidente a los debates y actividades que tenía en terreno, además de representarlo en muchos foros de salud. En un medio de comunicación apareció una encuesta que proyectaba que yo tenía hartas posibilidades de ser nombrado ministro (su nombre también sonó para subsecretario). Esa información me afectó, porque jamás le pedí a Piñera ningún cargo y él tampoco me ofreció nada.

– ¿Pero secretamente quería ser ministro? Usted admitió en Radio Duna que le gustaría encabezar el Ministerio de Salud en los momentos en que empezaban los cuestionamientos a la gestión de Santelices.

– El ministro estaba enfrentando una acusación constitucional (no prosperó) y yo di una entrevista telefónica en la que se me preguntó si me gustaría ser ministro y yo dije que sí. Creo que esa es la aspiración de cualquier profesional de la salud. En ese momento Santelices estaba muy débil y lo que señalé fue mal interpretado. Dijeron que yo le estaba “tirando la guadaña”, como se dice en el campo. Y esa no fue mi intención. Jamás responderé mintiendo o diciendo lo que no siento. Me atacaron por decir eso, pero no tengo como meta ser ministro. Eso provocó molestia en el ministerio y empezaron a producirse distanciamientos (con Santelices).

– ¿Cómo ha sido la relación entre Santelices y usted antes y después del comando?

– Nuestra relación fue muy buena durante la discusión y redacción del programa de salud (de Piñera). Teníamos reuniones permanentemente. El problema ocurrió cuando el Presidente me llamó, a los pocos días de salir electo, para decirme que quería que asumiera como superintendente de Salud. Le contesté que sí, que era un cargo que me interesaba, porque yo había dado muchas luces respecto a lo que quería en el tema de la reforma del sistema privado de salud. Piñera sostuvo que yo podía postular, concursar, y le respondí que no tenía ningún problema porque soy defensor del sistema de Alta Dirección Pública.

Añade: “Pasó un mes y una semana exactamente y no me llamó nadie. Hasta que se comunicó Santelices. Me indicó que no sabía que el Presidente me había ofrecido el cargo. Tres semanas después me llamó una persona del ministerio para decirme que quería reunirse conmigo, por instrucciones del ministro, para preparar el perfil del cargo y de las listas de espera. Contesté que sí, pero luego le comenté que no iría y que se lo informara al titular de Salud. Por otro lado, el jefe de gabinete de Santelices me decía que debía postular, porque yo era el candidato de ellos…Postulé al concurso y cuando fui a la primera entrevista, otra postulante (Liliana Jadue) me contó que el ministro le había pedido que se presentara, porque era su candidata. En ese momento me retiré y decidí alejarme un poco de la contingencia”.

– ¿Lo llamó el Presidente después de esto?

– No, pero yo le avisé por correo electrónico. Como no contestó llamé a su secretaria para que ella la avisara de mi decisión.

“Se ha perdido seriedad”

– Santelices, en estos cuatro meses de Gobierno, es el secretario de Estado que más polémicas ha sumado. El protocolo de aborto, que dio paso a una interpelación y a una acusación constitucional que no prosperó; las cifras del VIH y las acusaciones de la compra de acciones de Sonda. ¿Cómo ha visto la gestión de salud?

– El primer error sin duda fue enviar (a Contraloría) el protocolo para cambiar la relación con los establecimientos de salud que están haciendo objeción de conciencia. Fue un error grave el no haberle consultado al Presidente y un apresuramiento indebido, porque podría haberse hecho de otra manera. Debió haberse conversado con las matronas, con el Colegio Médico, con las instituciones involucradas para haber cambiado el protocolo, si era necesario hacerlo, de una manera consensuada. Contraloría estableció que el protocolo estaba malo y que se requería un reglamento. Respecto al VIH es raro que un ministro de Salud de un país como Chile, con estupendos índices de sanidad, diga que la mortalidad por VIH es superior que en África. Es de perogrullo que no puede ser así.

Paris sostiene que a esto se añade lo sucedido con las listas de espera. “Se prometió bajarlas en tres meses en un 25%. Habría que haber operado a 74 mil personas y se intervino el 20% de esta última cifra; además se sacaron 11 mil pacientes por secretaría (…) Después la noticia de que se cumplieron las listas de espera la dio la subsecretaria y no el ministro y la información ‘pasó piola’. Yo creo que se ha perdido seriedad por la importancia que tiene la salud en el país. En la gestión de salud han habido múltiples errores. Un ejemplo: el ministro se comprometió visitar la localidad de Coronel, que vive un grave problema de contaminación, y no fue. Esto fue un error, porque se deteriora la imagen del Gobierno”.

– ¿El ministro debería renunciar?

– Nombrar o sacar un ministro es una prerrogativa exclusiva del Presidente. No estoy de acuerdo en que se le pida la renuncia a los ministros, especialmente cuando llevan tan poco tiempo, porque desordena el trabajo del ministerio (…) Sé que me va a costar caro decir estas cosas, que muchos las piensan pero no las señalan; van a decir que estoy picado. Como soy independiente y no pertenezco a ningún partido político puedo hacerlo. Me incorporé al comando y al programa de salud, porque es un tema fundamental en el país y que no ha sido bien manejado. Siendo presidente del Colegio Médico señalé muchas veces que esperaba que la salud fuera tomada desde una arista técnica y no política, que fueran programas a largo plazo, conversados, consensuados. Cuando veo que se comete un error tras otro, que deteriora la imagen del Ministerio de Salud, me duele como médico, como exmiembro del comando de Piñera y como ciudadano de un país que requiere mucha más inversión y trabajo en salud.

– ¿En qué debería haberse enfocado la gestión de salud, cuáles deberían haber sido las prioridades?

– En vez del protocolo de aborto, (el Minsal) se debió enfocar en el fortalecimiento de la Atención Primaria. ¿Cómo? Conversando con los alcaldes. Una de las cosas que más me ha gustado de la comisión de salud a la que llamó Piñera es justamente la presencia de algunos jefes comunales, porque escucharlos a ellos es oír los problemas que se deben solucionar. Cuando se tiene una Atención Primaria que es no resolutiva, no es capaz de dar la atención que corresponde o que tiene muchas trabas para conectarse con la atención secundaria, se aumentan las listas de espera y la gente va innecesariamente al hospital buscando beneficios sanitarios, en circunstancias que ello debería haberse solucionado en los consultorios. Las listas de espera están en otorrinolarongología, oftalmología, traumatología, por ejemplo. Paralelamente, hay que modernizar Fonasa. Otra gran promesa que hicimos fue reformar la Ley de Isapres. Es verdad que solo atiende al 18% de la población, pero era un clamor que escuchábamos permanentemente.

El exdirigente de los médicos repasa algunas materias que deberían ser resueltas. “En el tema de los medicamentos se lanzó un portal para comparar el precio de estos. Hay que trabajar para bajar el valor de los fármacos, favorecer su entrega y fortalecer la Cenabast, además de potenciar la industria nacional; hay que seguir con la bioequivalencia. Un portal no logrará bajar su valor. Además hay que ir en contra de la integración vertical (…)”.

“Debemos acoger a los médicos extranjeros y buscar una solución para incorporarlos rápido al sistema público mejorando o agilizando la toma de exámenes. Hay que seguir con el Eunacom, pero este debería ser administrado por una entidad independiente y no por Asofamech. Además hay que actualizarlo y hacerlo contingente a la realidad chilena”, detalla.

– Otro de los problemas es la falta de recursos que afecta a la Corporación de Trasplantes que anunció su cierre.

-En el gobierno anterior pasó lo mismo. Cuando yo era presidente del Colegio Médico, la doctora Ana María Arriagada (presidenta del organismo) fue a hablar conmigo para contarme que no le estaban dando los recursos. Fuimos al ministerio, nos reunimos con la ex subsecretaria de Redes Asistenciales y presionamos hasta que nos dieron los fondos. La Corporación es fundamental. Ahora estamos teniendo muchos menos trasplantes que el año pasado. Veo con preocupación que nadie se sorprende con esto.

Emocionante regreso a Achao

– Si en la próxima campaña presidencial lo llamaran para integrar un comando, ¿aceptaría?

-No participaré en ningún comando más, aprendí la lección. Hice un esfuerzo grande, cuando trabajé en terreno en la campaña. Viajé a Coquimbo, Puerto Montt, Chiloé con mis propios medios económicos. Daba conferencias, me reunía con los médicos, con los pobladores; el objetivo era comunicar el programa de Piñera. Estaba y estoy convencido de que es un buen programa, lo que critico es cómo se ha desarrollado. Me duele que no se le haya sacado “brillo”. Y eso me lleva a no querer participar más en un comando.

– ¿Se arrepiente de haber participado en la campaña?

– No me arrepiento. Uno de los lugares hasta donde viajé para difundir el programa fue Achao (Chiloé). Después de que me recibí, durante cuatro años, fui médico general de zona en el hospital de esa localidad. Siempre había pensado que si alguna vez tenía algún cargo de relevancia en salud lo primero que haría sería regresar. Fue mucha gente a escucharme, fue muy emocionante. Eso compensó todo lo demás. Me comprometí a trabajar por ellos. Lo que se necesita de manera urgente ahí es instalar un centro de diálisis. En todos mis recorridos conversé con las personas. Me di cuenta que la gente busca, más que buena tecnología, que la atiendan bien.

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