Agencia UNO
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Cristián Barra asumió como delegado presidencial de la macrozona sur del país hace tres meses y, desde entonces, de lunes a miércoles vive entre La Araucanía y el Biobío. 

Su labor no ha estado ajena a críticas ante su bajo perfil. Así fue cuando no estuvo presente ante una nueva escalada de ataques en la zona hace unas semanas.

En entrevista con El Mercurio, explicó que “me tomé vacaciones solo en la única lluvia que hubo en el verano, que comenzó un día sábado y terminó un día martes y es porque ahí se para la cosecha”.

Respecto a su diagnóstico en la zona, dijo que “la gente está aburrida de escuchar palabras, la próxima vez que escuchen que vamos a presentar una querella contra quienes resulten responsables, nos van a pegar un balazo. Prefiero estar callado y trabajar”.

Eso sí tiene una dura opinión respecto al rol de las Fuerzas Armadas.

“Tiene que haber un afán de colaborar, y esa colaboración la he visto siempre más bien entorpecida que favorecida”, afirmó.

Consultado sobre si no quieren actuar, indicó que “siempre son reticentes. Me toca reunirme con ellos como jefe de la defensa en las distintas regiones y particularmente encuentro insólito que lleguen a las reuniones con abogados, para poder decir por qué no pueden hacer las cosas que uno quisiera“.

“Falta voluntad. Es un tema que hay que superar, han pasado demasiados años de todo eso. La gente se siente orgullosa de sus Fuerzas Armadas”, dijo.

Además, agregó que “no les pedimos que ellos hagan de primera línea, eso lo hacen los Carabineros, pero ¡por Dios! Que me gustaría que proporcionara más capacitación a Carabineros”.

En tanto, en respuesta a la oposición que acusa una militarización de la zona, aseveró que “están equivocados. Jamás les hemos pedido a las Fuerzas Armadas que hagan un control de orden público, solo les hemos dicho generar más seguridad”.

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