neuroderechos
Agencia Uno.
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La normativa establece que la actividad cerebral y la información proveniente de ella tiene un rango similar a la vida e integridad física y psíquica de la persona, por lo tanto, las neurotecnologías deben estar al servicio del humano y no afectar o interferir en la actividad cerebral y la información que está ahí.

La iniciativa, iniciada en moción de integrantes de la Comisión de Desafíos del Futuro, Ciencia, Tecnología e Innovación, Guido Girardi, Carolina Goic, Francisco Chahuán, Juan Antonio Coloma y Alfonso De Urresti, fue aprobada por unanimidad por la Sala del Senado (abril 2021) y pasó a la Cámara Baja donde los diputados le hicieron modificaciones.

El proyecto pasó a Comisión Mixta y, este lunes, fue aprobado con los votos de los senadores Girardi, Goic y Chahuán y de los diputados Tomás Hirsch y Enrique van Rysselberghe. El diputado Jaime Tohá optó por abstenerse, argumentando que considera necesario incluir la autonomía de la voluntad como requisito.

Ahora, el informe de la Mixta debe ser aprobado por las salas del Senado y de la Cámara y luego se oficia al Tribunal Constitucional (TC) para que se pronuncie sobre su constitucionalidad. Finalmente, el Presidente de la República deberá promulgarlo a través de un Decreto Supremo y publicarlo en el Diario Oficial, acto con el cual la disposición pasa a ser texto vigente de la Constitución Política de la República.

Proyecto pionero

Al respecto el senador Girardi señaló que “este es uno de los proyectos más innovadores que ha hecho el Congreso chileno y es un modelo mundial porque, además del calentamiento global y la lucha por un mundo más igualitario, el pilotaje democrático es el gran desafío de la humanidad es del siglo XXI”.

Agregó que “el campo de batalla de la nueva geopolítica serán los cerebros humanos porque el desarrollo de la inteligencia artificial y los algoritmos que la movilizan requiere de los datos y del cableado de la corteza cerebral por lo que son un espacio fundamental para proteger”.

Girardi explicó que “los neuroderechos no eran un derecho humano porque no había estas neurotecnologías, pero hoy día será la herramienta más importante de la humanidad para preservar la libertad, la autonomía, el libre albedrío y la igualdad”.

El senador destacó que el proyecto “fue elaborado no sólo por el Congreso, las universidades y la ciencia chilena, sino que por lo más avanzado de la ciencia mundial liderados por Rafel Yuste y el proyecto Brain que tiene más de 700 centros con miles de científicos estudiando el cableado del cerebro humanos”.

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