Este 2021 estuvo marcado por varias sorpresas en la selección chilena, sobre todo con la irrupción de jugadores que no nacieron en territorio nacional, pero que tenían algún familiar que si lo había hecho, por lo que podían optar por vestir la Roja. Es el caso de Ben Brereton y Robbie Robinson, dos jugadores que cumplen con este factor, pero que no tuvieron las mismas realidades.
En el caso del jugador del Blackburn Rovers, la nominación a la selección chilena fue un impulso para que lograra diversos hitos en su carrera. Aparte del gran cariño que le expresan constantemente los aficionados, el anglo-chileno logró consolidarse como un jugador inamovible de la oncena del Rovers.
Y es que los 20 goles en el primer tramo de la temporada, los cuales lo ubican como el segundo máximo goleador de la Championship, le han permitido ganarse un espacio y, además, ser uno de los jugadores más buscados de la segunda división inglesa por equipos de la Premier League.
Asimismo, en la selección, Brereton también se ha ganado un espacio, tras los goles ante Bolivia en Copa América, y Paraguay y Venezuela en las Eliminatorias, le han permitido hacerse un hueco en una Generación Dorada que vive su
La otra cara de la moneda
Distinto es el caso de Robbie Robinson, quien tras su llamado a la Roja y posterior deserción antes de enfrentar el partido ante Brasil por las Eliminatorias, hizo que el nacido en Estados Unidos tuviera una caída considerable en su rendimiento.
De hecho, antes de ser nominado, Robinson era una de las figuras del Inter de Miami, siendo titular y anotando goles. En el periodo previo a su citación, el atacante llevaba cuatro goles y era un nombre fijo en el equipo de Phil Neville.
Sin embargo, desde ese día que dijo que no tenía clara su decisión de si jugar por la Roja o por el combinado nacional de Estados Unidos, Robinson entró en un círculo de malos momentos en lo futbolístico. El atacante ni siquiera pudo jugar un partido completo y no anotó goles. Además, hubo momentos en los que ni siquiera fue citado por lesión.
Dos realidades distintas, una en que sirvió como trampolín para el salto de su carrera y otra que generó un estancamiento en lo deportivo.