
El ecosistema emprendedor chileno continúa su expansión, con más de 380.000 nuevas empresas registradas en 2023, según datos del Servicio de Impuestos Internos (SII). Frente a los desafíos típicos que enfrentan las pymes, como los altos costos operativos, la escasez de capital humano y la presión por ofrecer servicios competitivos, la tecnología se ha consolidado como un aliado clave para la optimización de procesos, la reducción de costos y la mejora en la competitividad.
En Chile, la digitalización sigue siendo un tema central en la agenda empresarial. Según un informe de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), más del 60% de las pymes chilenas utilizan soluciones digitales.
En esta línea, Nicolás Kunstmann, cofundador de Drivin, software de gestión de transporte (TMS) con presencia en Chile y toda América Latina, aseguró que “a pesar de los avances aún queda un largo camino por recorrer en cuanto a adopción tecnológica y optimización de operaciones”.
“La tecnología dejó de ser un lujo y pasó a ser parte de la caja de herramientas básica para emprender. Hoy, la incorporación de nuevas tecnologías debe estar incorporado desde la concepción del emprendimiento, ya que permiten operar con eficiencia y entrega herramientas para competir de igual a igual con grandes jugadores del mercado”, afirmó Kunstmann.
Según el informe de EY sobre Oportunidades de Crecimiento Empresarial 2025, áreas clave como la inteligencia artificial, la ciberseguridad y la sostenibilidad se perfilan como los principales motores de crecimiento.
De acuerdo a lo explicado por Kunstmann, “la tecnología en materia logística se presenta como una herramienta de transformación, ayudando a las pymes a optimizar sus rutas de distribución, reducir costos operativos hasta en un 30% y ofrecer un servicio más eficiente, adaptado a las demandas de un cliente cada vez más exigente”.
En esta línea y en un escenario donde las inversiones globales en transformación digital crecieron un 16,5% entre 2022 y 2024, según IDC, Kunstmann enfatizó en la importancia de que las pymes chilenas no solo se traten de adaptar a las nuevas tecnologías, sino de aprovecharlas como una ventaja competitiva que les permita crecer de manera sostenible y rentable.
“Hoy no basta con tener una buena idea. Se necesita eficiencia, velocidad y capacidad de adaptación. Y ahí, la tecnología marca la diferencia para las pymes”, concluyó el cofundador de Drivin.