Las vacaciones de verano son necesarias para nuestra existencia como seres humanos individuales y relacionales. Sin embargo, el buen clima, la ausencia de rutinas y una mayor socialización pueden ser sinónimos del consumo de sustancias adictivas.
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), las adicciones son una enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación.
Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales.
Sustancias adictivas: Llamado de Asilfa
En ese sentido, desde la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa) destacan que es fundamental reconocer que los fármacos son herramientas poderosas para el tratamiento de enfermedades y el alivio del dolor.
Sin embargo, advierten que su administración inadecuada puede causar consecuencias severas.
No solo las sustancias psicoactivas pueden ser protagonistas de adicciones. También es posible desarrollar comportamientos dependientes en otros aspectos, por ejemplo, con la comida.
Muchas veces esta situación es disparada por trastornos de ansiedad, depresión o estrés.
La dopamina que se libera tras ingerir alimentos como las comidas ultraprocesadas, abundantes en sal, azúcar y grasa, reduce los niveles de las emociones negativas.
Si bien no ha sido aún declarada oficialmente adicción, genera un ciclo reconocible.
Por ello, Asilfa hace un llamado a redoblar los esfuerzos de lucha para prevenir las adicciones de todo tipo.