Durante el verano, es usual realizar más actividades al aire libre, aprovechando el buen clima que brinda la estación. Sin embargo, también se evidencian mayores riesgos de lesiones.
Estas pueden ir desde torceduras de pie hasta daños en la columna vertebral. Por ello, muchos se preguntan: ¿Cómo prevenirlas y cuáles son los factores más comunes?
El Dr. Ignacio Farias, traumatólogo de Clínica Dávila Vespucio, asegura: “Se pueden asociar al calor intenso que expone nuestro cuerpo a una condición de deshidratación. Un cuerpo deshidratado tiene menos tolerancia y es donde se puede ver más incidencia a desgarros, esguinces u otro”.
Tipos de lesiones
Además, hay otra serie de elementos que pueden incidir en estos traumas, tales como:
- Caídas por actividades deportivas:
“Uno de los principales accidentes son las caídas, en especial, cuando salimos a hacer trekking, en la playa o en el campo, y pasa en todas las edades”, detalla el Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help.
Por su parte, José Retamal, jefe de Urgencia de Clínica Dávila, agrega: “En entornos acuáticos como piscinas y playas, más allá de los peligros asociados por inmersión, se presentan riesgos adicionales relacionados con actividades como los ‘piqueros’ o lanzamientos en aguas poco profundas”.
- No prepararse:
Jaime Sepúlveda, kinesiólogo de Clínica Biobío, destaca: “Para prevenir que ocurran, las personas deberían mantenerse lo más activas posible durante todo el año y, si quieren realizar ejercicio de forma más intensa, hay que comenzar de manera progresiva a fin de adaptar los tejidos para la carga a la cual se quieren someter”.
¿Cómo tratarlas?
El Dr. José Miguel Espinola, urgenciólogo de Clínica Santa María, manifiesta: “El tratamiento inicial dependerá del tipo, pero se podría simplificar en un manejo estándar. Este consiste casi siempre en la aplicación de frío en una primera etapa para contener el componente inflamatorio y realizar un vendaje compresivo si es que hay mucho edema o hinchazón”.
“También se puede usar antiinflamatorios comunes sin necesidad de receta (…) Si hay una lesión que produzca incapacidad funcional, es decir, que la extremidad involucrada no esté funcionando bien o se esté experimentando dolor y/o hinchazón, esta tiene que ser evaluada en un recinto asistencial”, añade.