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Elías Figueroa es parte importante de la historia del fútbol chileno. El otrora defensor de Palestino, Colo-Colo, Internacional de Porto Alegra, entre otros, es considerado uno de los mejores del mundo y el más destacado de la historia del fútbol chileno. Aunque él se desmarca de este debate, además de confesar que no le gustaba jugar de defensor central.

En diálogo con Las Últimas Noticias, el ex futbolista tocó diversos temas, entre ellos, su infancia y comienzos en el fútbol.

“Tenía 12 años cuando fui a la calle a jugar. Me acuerdo que mi vieja casi se va de espaldas. Yo había aprendido a caminar con muletas, pero también me ponía unas tablas para andar derecho. Nunca personaron que jugaría, pero lo hice. Lo único malo es que mis amigos me pusieron al arco porque pensaban que ahí no molestaría tanto”, dijo Figueroa.

“Nunca me gustó jugar de zaguero central. No era la posición en la cual quería destacar”, confesó el ex Inter de Brasil.

Por otro lado, contó que “donde voy me piden fotos y autógrafos, menos en Villa Alemana, porque acá todos me conocen de cabro chico. Me enorgullece que el estadio de Valparaíso lleve mi nombre”.

“Veo poco fútbol. Solo voy a ver a Wanderers. Más a sufrir. La gente me dice que haga algo. Pero solo soy hincha. Hoy prefiero tomarme un café con mis amigos en el centro de Villa Alemana y pelar que andar viendo fútbol”, contó el tres veces elegido mejor futbolista de Sudamérica.

Finalmente, abordó el debate del mejor futbolista de la historia, donde aclaró que “para nada estoy preocupado de eso. Todos saben lo que fui en el fútbol chileno y mundial y eso ya está escrito. Pero sinceramente hoy no quiero ser recordado por ser el mejor de la historia, sino por ser una buena persona. Yo hago cosas por las niños y adultos mayores del país sin que se sepa porque es lo me interesa dejar como legado. Esa mi forma de devolver la mano a lo que me dio el fútbol”.

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