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La selección brasileña de fútbol vistió de negro por primera vez en su historia. Esto, a modo de protesta contra el racismo, en el amistoso frente a Guinea en el Estadio de Espanyol de Barcelona.

Además de la histórica indumentaria, el combinado brasileño dejó un mensaje en el túnel entrada del estadio, donde además de lucir negro, se encontró el mensaje: “Con el racismo no hay juego”.

Por último, antes de iniciar el juego, los jugadores de la Verdeamarela se arrodillaron, gesto que alude a la lucha contra el racismo.

Revisa las imágenes de lo ocurrido a continuación:

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