Senegal se consagró campeón de África por primera vez en su historia. El conjunto comandado por Sadio Mané se impuso en la tanda de penales luego de igualar sin goles en los 90’.
Durante el encuentro, una imagen se robó todas las miradas de la final. En el minuto 35 del primer tiempo, el árbitro sudafricano Víctor de Freitas Gomes se cansó de las protestas Mohamed Salah, capitán de Egipto, y le ofreció el silbato y las tarjetas para que dirigiera el partido.
La llamativa imagen rápidamente dio la vuelta al mundo y finalmente el atacante del Liverpool cesó con los reclamos. El partido siguió su curso y todo se definió en los penales. Sadio Mané marcó el quinto de Senegal y liquidó la final por 4-2. Salah, en tanto, no alcanzó a ejecutar porque sería el último en hacerlo para su selección.