
El encuentro por Copa Chile entre Unión La Calera y San Luis de Quillota fue suspendido este domingo tras un grave incidente ocurrido a los 50 minutos de juego, cuando el marcador aún se encontraba igualado sin goles.
Desde el sector de la barra de Unión La Calera fue lanzada una bomba de estruendo en dirección a los hinchas de San Luis, lo que provocó una fuerte detonación cerca de un grupo de asistentes, incluyendo un niño que resultó afectado por el estallido.
La gravedad del hecho llevó al cuerpo médico de San Luis a ingresar de inmediato a la galería, derribando la reja de contención para asistir al menor. Según los primeros reportes, el niño sufrió una conmoción y otras dos personas resultaron lesionadas producto del impacto acústico del artefacto.
Tras lo sucedido, los jugadores de San Luis abandonaron el campo de juego y se dirigieron a camarines. Minutos después, el árbitro del partido, Claudio Díaz, determinó suspender definitivamente el compromiso al no contar con las condiciones mínimas de seguridad.
Ahora será la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) la encargada de reunir los antecedentes del caso y tomar una decisión respecto del futuro del partido: si se reprograma sin público o si se otorgan los puntos a San Luis de Quillota, equipo visitante en este compromiso.
Este nuevo episodio de violencia en los estadios vuelve a poner en tela de juicio las condiciones de seguridad en el fútbol chileno, en un torneo que busca precisamente acercar a las distintas divisiones y regiones del país.