En el inicio del tradicional Boxing Day de la Premier League, el Manchester City no logró superar al Everton, igualando 1-1 en el Etihad Stadium. Los dirigidos por Pep Guardiola se adelantaron temprano con un gol de Bernardo Silva a los 15 minutos, pero su falta de contundencia y claridad en el área rival volvió a ser evidente. Iliman Ndiaye empató para los toffees a la media hora de juego, en un partido marcado por la frustración de los campeones defensores.
El City, que ha perdido solidez y efectividad ofensiva en los últimos meses, dominó la posesión, pero mostró dificultades para penetrar una defensa bien organizada. Erling Haaland, quien ha sido el referente goleador del equipo, reflejó el mal momento al fallar un penal en el minuto 53, dejando escapar la mejor oportunidad de los locales en el segundo tiempo. Las posesiones largas pero ineficaces de los citizens resultaron en pocas ocasiones claras, mientras el Everton buscó aprovechar los espacios a la contra.
A pesar de los intentos de Guardiola por cambiar el rumbo con ajustes tácticos, el City no encontró soluciones en la segunda parte. Los visitantes mantuvieron su solidez defensiva y generaron peligro en transiciones rápidas, lo que aumentó la tensión en un partido que terminó siendo un monólogo sin resultados para el equipo local. Este empate deja al Manchester City sumido en una racha de resultados adversos que ya suma dos meses.
Con este resultado, el City cae a la sexta posición en la tabla con 28 puntos, quedando a 11 unidades del líder Liverpool, que ha disputado dos partidos menos. La falta de contundencia y la aparente “depresión futbolística” del equipo generan serias preocupaciones para Guardiola y su plantel, que deben encontrar soluciones urgentes para retomar la senda del triunfo en una temporada donde los desafíos se acumulan.