Expertos estiman que con un repunte de los valores internacionales en el primer semestre de 2017 se daría una recuperación en Chile.
Los productores de leche del país enfrentan nuevamente una compleja temporada. Esto, por una combinación de factores, entre los que destacan los bajos precios que pagan las grandes procesadoras por el litro de leche, situación que tiene a los pequeños y medianos lecheros haciendo frente a graves problemas de caja.
En materia de precios, este año ha sido incluso más duro que el 2015. Los valores por el litro de leche a productor en lo que va de este ejercicio promedian los $202,25, los más bajos desde 2009, según los últimos datos de Odepa.
Este precio implica que las procesadoras están comprando el litro de leche en cerca de 10% menos que el promedio de los últimos diez años.
La directora de Odepa, Claudia Carbonell, sostiene que “los precios de la leche de los últimos años están en la línea de lo que sucede en el mercado internacional, donde también han disminuido en años recientes”. La autoridad agrega que si bien los últimos meses se observa un leve repunte, no se esperan cambios apreciables de inmediato. De hecho, estima que “en el primer semestre de 2017 debería hacerse más clara una respuesta de los productores de esos países a los bajos precios, disminuyendo su producción, como ya ha sucedido en los principales países lecheros del hemisferio sur”.
La autoridad asegura que con ello, los precios internacionales deberían comenzar a repuntar en forma más estable, lo que, a su juicio, repercutirá en Chile con un aumento del precio de la leche a productor.
Si bien hay lecherías que han logrado sobrevivir a esta compleja situación financiera y han seguido en pie, varias han desaparecido. Desde la Federación Nacional de Productores de Leche de Chile (Fedeleche) aseguran que en la última década, casi el 30% de los productores han desaparecido. En este período los precios han descendido entre 15 y 20%.
El caso más dramático es el que atraviesa la Región de La Araucanía, cuyo número de productores en 2011 ascendía a unos 316, y hoy no superan los 110, revela el gremio. “La cifra sigue cayendo, ya que muchos están cerrando sus lecherías y vendiendo los campos”, señalan desde Fedeleche.
En el caso de Osorno y Llanquihue -principales zonas lecheras del país-, el gremio asegura que en el último tiempo han cerrado unas 20 lecherías, y recalcan que en estas provincias es más difícil la reconversión a otras actividades agrícolas.
Fuente: Economía y Negocios