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mujer agricolaPara que el sector exportador retome un rol protagónico, es necesaria una mayor depreciación del peso, plantea el estudio.

La baja en los precios provocó una caída de 10% en la competitividad de las exportaciones silvoagropecuarias en el segundo trimestre, respecto a abril-junio de 2015, a lo que se suma una pérdida de competitividad de 12% en la minería y de 7% en la industria, de acuerdo al Índice de Competitividad Sectorial (ICSE) del BBVA.

En enero-marzo, el sector silvoagropecuario había tenido un incremento de 10% en sus precios de exportación respecto a igual trimestre del año pasado.

Los precios de las exportaciones industriales en dólares anotaron una leve recuperación en el segundo trimestre, impulsados por costos de los envíos de salmón y productos químicos.

A su vez, la estabilización en el valor del cobre está permitiendo que se modere la caída de los precios de las exportaciones mineras.

Aun cuando no se observan cambios relevantes en los precios de los embarques mineros e industriales, los precios se mantienen bajos, afirmó el economista de BBVA Research Aníbal Alarcón. “Para que el sector exportador retome un rol protagónico en la economía y recupere la competitividad perdida, vemos que se necesita una mayor depreciación del peso”, dijo el economista.

Baja de tasas

Para este efecto, Alarcón planteó que un mayor estímulo monetario podría servir para tener una mayor depreciación multilateral del peso. Esto implicaría que el Banco Central baje la tasa de interés en 25 puntos base en el cuarto trimestre de este año y otros 25 puntos base a comienzos de 2017, explicó Alarcón.

El tipo de cambio multilateral, que marca la relación del peso respecto a un conjunto de monedas, presentó una caída de 1,4% en el segundo trimestre, tendencia que se acentuó en julio, con una caída adicional de 3,9% en el mes. Una parte significativa del fortalecimiento del peso obedeció a un fenómeno global de depreciación del dólar en los mercados internacionales, que arrastró a la mayoría de las monedas en la misma dirección, señala el reporte.

Las remuneraciones moderaron su ritmo de desaceleración en el segundo trimestre. En la minería aumentaron en promedio un 6,7% anual en términos nominales y en la industria manufacturera, un 5,5% nominal.

Una alternativa para elevar la competitividad que BBVA no recomienda, porque resultaría costosa para la economía, sería una menor inflación y baja en los salarios. “Esta opción implica una actividad todavía más deprimida, la pérdida de empleos y una desaceleración de las remuneraciones”, indicó el economista de la institución.

Fuente: El Mercurio

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