El doctor en Ciencias Naturales y docente del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad de Concepción, campus Los Ángeles, Jonathan Guzmán, explicó a diario La Tribuna que ‘durante invierno llegan los choroyes, que vuelan en bandadas numerosas’. Estas aves viajan desde la cordillera, escapando del frío. ‘Actualmente hay muchos choroyes en Los Ángeles, son sociables y viajan en grupos de gran cantidad’, dijo Guzmán. Y normalmente, es en esta época que ‘podemos encontrar a estos loros en los campos’, explicó el experto en ciencias naturales. Y llegan en volúmenes considerables.
UNA ESPECIE EN PELIGRO
Esta especie es vulnerable en nuestro país, explicó a diario La Tribuna el docente universitario, ‘producto de la destrucción de su hábitat, además de la caza que sufren por su consumo de granos de cultivos agrícolas’. Según Guzmán, el loro vuela hasta las siembras y come semillas, ‘pero estas migraciones son naturales, de antes, por lo que se debería llegar a un término medio entre el hombre y este animal, considerando que siempre han viajado desde la cordillera para alimentarse’. El director provincial del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) Biobío, Jaime Mizón, dijo a diario La Tribuna que ‘el choroy es una especie protegida y la Ley 19.473 prohíbe su caza y captura’.
DAÑO A LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
El presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío, José Miguel Stegmeier, concordó con Mizón en que ‘el choroy es una especie protegida, por estar catalogada como en peligro de extinción’. Sin embargo, el problema según el vocero de Socabio, es ‘el volumen de grano que estos animales consumen, que afecta a los agricultores de manera significativa’. ‘Al día de hoy vemos cómo miles de loros caen sobre siembras, que se verán claramente afectadas productivamente con estas aves’, señaló Stegmeier. Según el dirigente gremial, el problema no es nuevo: ‘desde siempre han sido un problema para los agricultores’, indicó el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío.
CÓMO AHUYENTAR AL CHOROY SIN HERIRLO
Las recomendaciones de la agrupación gremial para combatir esta plaga es ‘disuadirlos con ruido de escopetas, sin matarlos, para que se vayan y se pueda cuidar las siembras’. Respecto a levantar la prohibición de caza, el presidente de la agrupación gremial cree que ‘se puede conversar con el SAG para que se vean mecanismos que permitan ahuyentarlos de manera efectiva’.
IMPACTO A LOS AGRICULTORES
Al día de hoy, la única solución recomendable según Socabio ‘es tener a alguien que dispare al aire, o tener algún tipo de bomba de ruido para ahuyentarlos’, acotó José Miguel Stegmeier. Respecto al futuro de estas aves, espera que más adelante ‘se permita la caza y se retire la categoría de ‘en peligro de extinción’, ya que los pequeños agricultores se ven afectados, por el volumen de choroyes, que es considerable y que puede afectar fácilmente a una siembra por su culpa’.