La medida es similar a la aplicada recientemente en el río Aconcagua, donde los regantes de todas las secciones adoptaron restricciones para asegurar el llenado del embalse Los Aromos y el suministro de agua potable en la Región de Valparaíso.
Para Juan José Lyon, presidente de la junta de vigilancia de la tercera sección del Cachapoal, ‘es un logro, que nunca se había hecho, para ver fórmulas para regular los déficits. Esto va a llegar, a la larga, a una junta de vigilancia general del Cachapoal, única para la cuenca’.
El seremi de Obras Públicas de O’Higgins, Moisés Saravia, dijo que ‘estamos en tiempos de crisis, con una escasez hídrica que va a ir en aumento, por lo que hemos logrado un importante convenio. Es un compromiso de trabajar en conjunto para repartir el agua escasa, de manera justa. Que todos tengan acceso’.
El director regional de la DGA, José Miguel Goycoolea, añadió que el acuerdo ‘establece reglas que permiten fijar porcentajes de caudal que deberán repartirse entre las secciones del río, dependiendo de los niveles y déficits que existan entre ellas’.
El convenio es inédito en la Región de O’Higgins, pero no es el único en el país: desde 2020 a la fecha en varias regiones se han alcanzado otros similares entre los usuarios de aguas de seis ríos, apoyados por la DGA y con aportes de la Comisión Nacional de Riego (CNR) y del Indap.
Ejemplos de lo anterior son la recarga del embalse Los Aromos, en el río Aconcagua y para la redistribución de aguas de sus juntas de vigilancia con Esval y el MOP; la junta de vigilancia del Choapa con Aguas del Valle, para compensar la escasez que afecta a la comuna de Illapel; y la constitución de las juntas de vigilancia del río Biobío, además de los ríos Renaico y Malleco, en la Región de La Araucanía.
A estos se suma un programa de apoyo a la mejora en el acceso de pequeños productores y campesinos a las aguas que ocupan en agricultura, de la DGA e Indap, para regularizar derechos de aprovechamiento en zonas afectadas por la sequía.