La erosión de los suelos es uno de los elementos clave para poder enfrentar el cambio climático, y en este sentido CIREN hace una importante labor para poder identificar y diagnosticar la salud de los suelos en el país. De esto, conversamos con Juan Pablo Flores, Jefe de la Unidad Forestal de CIREN en El Agro.
Flores comentó el estudio que están haciendo a nivel nacional en términos de radiografía del suelo, para de esta forma conocer el nivel de daño que se genera en ellos y así poder enfrentar de mejor manera esta problemática. Uno de los informes que ya completaron es el de la zona de Maule, específicamente, las zonas afectadas por los graves incendios de 2017.
El experto señaló que “hemos valorizado la pérdida del suelo y más del 70% de la superficie afectada por los incendios tiene algún grado de erosión. En términos económicos, se trata de $7.400 millones de pérdida anual, por la inacción y la falta de generar alguna actividad de repoblación de esos suelos. Esto nos indica que cada vez estamos gastando mayor cantidad de recursos en colocarle más fertilizantes y estamos generando alimentos menos sanos”.
El informe de CIREN también logró identificar los sectores que más se han visto perjudicados por estos daños. Flores indicó que “hay 3 comunas emblemáticas que fueron las más afectadas: Constitución, y Empedrado, la que en un 95% se vio afectada por los incendios. Como tercera comuna impactada está la zona de Las Garzas y Sauzal. Es ahí donde la intervención y los programs de recuperación de suelo degradado deberían enfocar los recursos para que los agricultores puedan reactivar su economía”.
Avanzar hacia una Ley Marco de Suelo
Para Flores, uno de las mayores necesidades está en avanzar hacia una Ley Marco de Suelo. “Es muy importante tener un reglamento que pueda avanzar en una mejor gestión ambiental del suelo, siempre es necesario. Tenemos compromisos nacionales, acaba de terminar la COP26 con la necesidad de una carbono neutralidad que debemos cumplir”, enfatizó.
Y agregó que “estamos en una época de transición de cambio de conducta y eso debe venir acompañado de un cambio administrativo, sobre todo para Chile, donde el recurso suelo es estratégico”.