Alimentos Ultraprocesados
Alimentos Ultraprocesados
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Está entre las más comercializadas del mundo, pero su consumo se asocia a obesidad, enfermedades cardiovasculares y hasta cáncer. Chile es el segundo país de la región que más la compra.

‘Ya es hora de que los consumidores tengan la oportunidad de ver qué son realmente los alimentos ultraprocesados: comida que no es real, que no nutre y que tiene detrás sólida evidencia que los asocia con graves consecuencias a la salud’.

Así comienza una carta publicada ayer en la revista científica BMJ Global Health, firmada por un grupo de expertos internacionales en salud pública, incluidos científicos de la U. de Harvard y asesores de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quienes piden a los gobiernos del mundo realizar campañas similares a las del tabaco para informar a la población sobre los riesgos de los alimentos ultraprocesados.

Según explican los firmantes, este tipo de comida se puede reconocer porque ha sido modificada química o físicamente en varios procesos industriales, en los cuales se le añaden aditivos, estabilizantes y colorantes, entre otros ingredientes, como grandes cantidades de azúcar y sal.

‘Estos son reconocibles en el supermercado como aquellos alimentos que vienen listos para comer, contienen más de cinco ingredientes y comúnmente una larga vida útil’, se lee en el texto.

Allí, los autores plantean que este tipo de comida tendría un rol importante en la actual pandemia de obesidad que experimentan los países occidentales.

De acuerdo con el documento, más de la mitad de las calorías consumidas en los países de medianos y altos ingresos proviene de alimentos ultraprocesados, los cuales se encuentran entre los más comercializados del mundo.

De hecho, un informe difundido en 2019 por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) establece que Chile es el segundo país de Latinoamérica que compra más alimentos ultraprocesados, superado únicamente por México.

El problema, argumenta el nuevo artículo, es que estos están exponiendo a millones de personas a un mayor riesgo de aumento de peso, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.

Al mismo tiempo, continúan, las personas son inconscientes de los riesgos de consumirlos. De allí que los expertos piden campañas similares a las de los cigarrillos para informar las consecuencias.

‘La gente necesita construir un significado de lo que son estos alimentos. Con el tabaco se ha logrado en términos de que las personas entiendan lo que significa su consumo. Entonces, si queremos evitar la devastación de nuestro sistema de salud, debemos hacer campañas similares que conduzcan a disminuir la compra de ultraprocesados’, indican los expertos en el artículo.

Y añaden: ‘Se pueden tomar las lecciones aprendidas con el tabaco para hacer campañas de sensibilización pública que revelen la verdadera naturaleza de estos alimentos y sus riesgos para la salud’.

Otra propuesta de estos expertos es agregar una etiqueta a los productos, similar a la del etiquetado nutricional en Chile, que contenga la palabra ‘ultraprocesado’, sumado de una advertencia sobre algunos de sus ingredientes dañinos y una potencial consecuencia.

Consultado sobre la publicación, el académico de la Universidad Diego Portales y experto en salud pública, Roberto Barna, dice que ‘no podría estar más de acuerdo’.

El profesional comenta: ‘Si no invertimos en estas campañas de sensibilización, eso implica enfermedades, lo que tendrá un alto costo para el sistema sanitario. Igual vamos a pagar, pero con vidas, porque está más que demostrada la asociación entre alimentos ultraprocesados y múltiples enfermedades’.

Un balance

Lorena Rodríguez, académica del Departamento de Salud Pública de la U. de Chile, opina que campañas de este tipo se deben aplicar ‘con cuidado’ en Chile, tomando en cuenta que el país ha avanzado con el etiquetado nutricional.

‘Si agregamos información extra, la población podría sentir que no le van quedando opciones’, plantea Rodríguez. Por eso, añade, una estrategia de este tipo debe ir acompañada de políticas que mejoren el acceso a alimentos más saludables (ver recuadro).

‘Es importante aclarar que hoy existen alimentos ultraprocesados que no son ‘altos en’, entonces debemos hacer estudios para ver cuál es el impacto de esta categoría en la salud. Hay que hacer nuevas evaluaciones en Chile tras la implementación del etiquetado’, comenta.

Cinthya Urquidi, académica del Departamento de Epidemiología y Salud de la U. de los Andes, cree que la propuesta internacional es totalmente razonable.

‘Este es justamente el camino que se ha estado discutiendo en los congresos de nutrición, considerando que además se ha visto su capacidad adictiva. Debemos usar los mismos canales del márketing para advertir el daño que le hacemos a la salud’, dice la académica.

Recuadro

– Acceso a alimentos saludables

Los entrevistados son enfáticos en la importancia de hacer un balance entre campañas de sensibilización y políticas públicas que mejoren el acceso a alimentos más saludables y naturales. ‘Está muy bien dar información, pero tenemos que acercar opciones saludables al bolsillo de las personas para que sientan que no se quedan sin poder comer nada’, plantea Rodríguez.

Lo mismo opina Urquidi. ‘Parte de la prevención es el acceso, y si una campaña no se traduce en más ferias libres y un acceso económico a los alimentos saludables, es muy difícil cambiar hábitos en la población’.

Fuente: El Mercurio

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