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La renovación del Prodesal promovió que productores con procesos productivos consolidados puedan migrar hacia otros programas como el SAT, instrumento que les otorga mayores posibilidades de crecimiento y acceso a más crédito y financiamiento.

Así, ambos programas cumplen de mejor forma sus propósitos: el pequeño agricultor del nivel de autoconsumo y que exhibe mayor grado de vulnerabilidad social, accede a apoyos más pertinentes y oportunos que le permiten mejorar su calidad de vida y la de sus familias; A su vez, aquel productor que ha consolidado sus procesos productivos puede optar a más capacitaciones y créditos que le permiten avanzar aún más en sus procesos productivos.

Gloria Imio, usuaria de la comuna Osorno en la región de Los Lagos, tiene invernaderos con 50 mil plantines y migró del Prodesal al SAT. “Mi objetivo es crecer y tener un invernadero mucho más grande, más tecnológico y vender ojalá a nivel nacional. Quiero que esto sea más grande, tener un invernadero que sea especializado. Le agradezco mucho al Prodesal por ese empujón que me dieron, he tenido hartos beneficios con ellos, ahora necesito un paso más, hay muchas cosas por hacer”, finalizó.

En el caso particular del Prodesal se redifinió su público objetivo y se focalizó en los llamados microproductores, definidos a partir de cinco variables: ingreso bruto por ventas, valor bruto de la producción, utilización de mano de obra familiar, índice tecnológico y productividad.

Se trata de productores con pocos recursos productivos y activos, que desarrollan actividades agrícolas en ecosistemas frágiles, situación que se agrava por los efectos de la crisis climática. Por ejemplo, la escasez hídrica limita el potencial de sus unidades productivas.

El nuevo énfasis del programa busca acrecentar los ingresos, a partir de la venta de excedentes al mercado, acción complementaria a las fuentes de ingreso habituales del hogar.

En tanto, el SAT entrega asesoría especializada a productores que pueden ser catalogados como “actores comerciales” e incorpora un elemento muy demandado: inversiones por un monto equivalente a $17.519.659.000 para el periodo 2021-2022. Complementariamente se modifica la extensión del plan de negocios a tres años.

El director nacional de INDAP, Carlos Recondo, destacó que, tras este proceso de modernización y actualización, “entre 2020 y 2021 logramos la migración voluntaria de 2.538 usuarios desde el Prodesal al SAT. Esperamos la migración de 373 usuarios durante el primer semestre de 2022, completando 2.911 usuarios migrados”.

La autoridad nacional también relevó otro de las acciones impulsadas en el proceso de actualización del Prodesal: el aporte de INDAP, más allá de su campo habitual de operaciones, al mejoramiento de las condiciones de vida de los productores de la Agricultura Familiar Campesina.

“Esto significa aprovechar la presencia territorial y el conocimiento que los equipos técnicos de nuestra institución poseen para acercar la oferta de programas y servicios públicos a los productores vinculados a este programa. Incorpora un eje de acción en el programa que el elemento del Bienestar Social incorporado en la Política Nacional de Desarrollo Rural (PNDR) publicada durante 2020”, complementó.

Historia del Prodesal

Este programa se implementa a partir de 1997 y entrega de asesoría técnica e inversiones a pequeños productores agrícolas. Tiene cobertura nacional: opera en 254 comunas rurales de 15 regiones del país. Se ejecuta principalmente en colaboración con municipios, a través de sus equipos técnicos. En la actualidad atiende a cerca de 69.000 pequeños agricultores y es el programa de fomento con mayor presupuesto hasta 2021.

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