Encuentro de los principales representantes de los viveros forestales constituyó una gran instancia para levantar requerimientos del rubro y poder investigar generando protocolos que permitan la reproducción de especies que están en categoría de conservación.
Iniciativa organizada por el INIA La Cruz e ISA InterChile convocó a viveristas, empresas (Infor, Tripán, Biomapu, entre otras), proveedores de semillas, insumos, servicios y tecnologías; y asesores quienes sostuvieron un provechoso encuentro donde se pudo capturar sus demandas para mejorar el rubro y atender las dificultades que han tenido en torno a la recolección, propagación, conservación y mantención de especies nativas.
La finalidad del encuentro, que articuló una alta presencia del rubro de los viveros forestales, apuntó a conocer las necesidades que tienen en torno a las especies nativas y las dificultades con que se han encontrado los principales viveros en aspectos relacionados con disponibilidad de semillas, germinación, tratamientos, entre muchos otros temas.
Las grandes demandas fueron tener más conocimiento sobre protocolos de propagación,
estandarización de manejos para lignificación (endurecimiento de la planta), manejos técnicos de aclimatación, sustrato, fertilizantes, manejo de contenedores, etapas fenológicas, ciclicidad en producción de semilla, estandarización de protocolos por especie, técnicas de repique, poda, calidad de planta acondicionamiento además de investigación de especies particulares y xerofíticas aplicada a las necesidades del mundo de los viveros.
La sub directora de Investigación y Desarrollo del INIA La Cruz, Victoria Muena Zamorano destacó la importancia de este evento para el sector de los viveros forestales. “Fue una instancia provechosa de poder recibir la demanda de la industria y una tremenda oportunidad para generar una interacción entre los asistentes de reencontrarse y discutir los temas clave del sector y las dificultades que se presentan en el proceso de viverización”, afirmó la directiva.
Eric Ibacache Cortes, ingeniero agrónomo del Banco semillas Vicuña dependiente de INIA Intihuasi afirmó que como INIA queremos seguir profundizando en tecnologías relacionadas con la propagación, recolección, conservación y mantención de especies amenazadas y de semillas nativas. “El resultado de este encuentro nos permitió retomar e incorporar líneas de trabajo que vamos a investigar”.
Junto a INIA La Cruz, dijo Juan Pablo Rubilar, especialista ambiental de ISA InterChile, hemos decidido generar esta instancia, “para investigar y generar protocolos que permitan la reproducción de especies que están en categoría de conservación, que no son fáciles de producir y que se puede alcanzar con protocolos estandarizados y de fácil aplicación”.
Coincide en que no existe un manual que diga cómo reproducir especies nativas. “Es mucho de prueba y error y cada vivero tiene su técnica, que ha logrado desarrollar ciertas acciones que son buenas y han dado buen resultado”.
Cada especie, agrega, “tiene su propio protocolo. El INIA desarrollará y entregará estos protocolos que quedarán disponible para todos. Aquí no hay una captura de investigación porque no es la lógica sino más bien dejar este conocimiento público para que todos puedan acceder”.
Existen algunas especies más complicadas que otras de reproducir. Por ejemplo, menciona el especialista, “las más complicadas de reproducir es el roble de Santiago y con esta especie hay que aplicar nuevas técnicas que tienen que ver con clonación”. En Valparaíso, dice Rubilar, “existen las ultimas poblaciones de roble Santiago y esas son las que se necesita recuperar mediante estos proyectos”.
El Roble es una especie de larga vida, su proceso de reproducción es lento y se demora entre 3 y 5 cinco años en alcanzar un árbol en condiciones de salir a plantación. La idea es acelerar estos procesos mediante varios manejos que permitan salir a plantar árboles en dos años.
Respecto a la sobrevivencia de plantas en las condiciones reales, Rubilar asegura que en general con plantas en buenas condiciones “hemos tenido sobrevivencia entre un 75 y 80% plantando en buena época y con riego los tres primeros años”. Pero, dijo, “ayuda mucho que la planta venga buena y para ello hemos trabajado con los tres viveros que tiene InterChile en un protocolo de manera de definir cuándo una planta está en condiciones de ser plantada”.
Tenemos, agregó, un procedimiento que determina la altura mínima, condiciones de lignificación, dureza de la hoja, entre otros factores. “Nosotros no queremos una planta bonita, queremos una planta que sea muy resistente a la intemperie, que resista el frío, el calor; y, que permita asegurar una sobrevivencia y establecimiento de todos los individuos en terreno”.
Respecto a este tema agregó que “cuando uno genera plantas en vivero tiene que pensar que las plantas van a terminar en el cerro donde el sol les da todo el día, con temperaturas entre 25 y 40 grados y sin riego”. Por lo tanto, recalca, “se necesita plantas rústicas, robustas, altamente lignificadas que estén bien preparadas para soportar condiciones donde la disponibilidad de agua es muy poca. Y, es responsabilidad de los viveros generar plantas en estas condiciones de plantación”.
Actualmente INIA La Cruz ejecuta los proyectos “Construcción de Vivero Regional Comunitario que apoye las actividades de reforestación, enriquecimiento y mejora del entorno paisajístico” y “Contrato de servicio especializado en propagación, difusión y mantención de 9 especies nativas de la región de Valparaíso” financiado por ISA InterChile.