La actriz y esposa del principe Harry, Meghan Markle, recientemente destapó múltiples aspectos de la familia real, en una conversación con Oprah Winfrey.
De acuerdo a su relato, el “infierno” comenzó una vez que ambos dejaron sus títulos reales y empezaron a vivir una “vida normal” en Estados Unidos.
Uno de los aspectos que más llamó la atención de la conversación, fue cuando Meghan Markle acusó un “racismo” que sufrió por parte de la familia real.
Este relato se dio una vez que tocó el tema de su maternidad y la espera de su primer hijo, Archie, en donde narró que se enteraron que, desde el palacio, tomaron la determinación que el bebé no tuviera título ni protección real.
Esto se añado a que las raíces afroamericana y euroamericana de ella habrían generado debate al interior de la realeza, ya que no existía certeza del color de piel del heredero.
“En esos meses en que estaba embarazada tuvimos una serie de conversaciones sobre que ‘no se le daría seguridad, no se le daría título’ y también otras sobre qué tan oscura sería su piel cuando naciera“, expresó Markle.
El tema del racismo fue profundizado, en donde se afirmó que este existe en el entorno real, situación que habría empujado a Meghan Markle a idear quitarse la vida, ya que no se sentía apoyada por el círculo más cercano de su esposo.
“Yo… simplemente ya no quería vivir más. Ese era un pensamiento constante y bastante claro, muy real y aterrador“, expresó.