
Santiago, 25 de mayo de 2025. Traspasar las puertas de la Casa Matriz del Banco de Chile este fin de semana fue como entrar en una cápsula del tiempo. En plena celebración del Día de los Patrimonios Culturales, el histórico edificio abrió sus puertas a una masiva y entusiasta asistencia de público por segunda jornada consecutiva.
El emblemático inmueble, inaugurado en 1926 y declarado Monumento Histórico en 2016, recibió desde tempranas horas a familias completas, amantes de la arquitectura, estudiantes, fotógrafos y turistas, todos deseosos de conocer por dentro uno de los tesoros más valiosos del centro capitalino.
Pero este recorrido no fue como cualquier otro. La experiencia fue inmersiva, sensorial y profundamente emotiva, guiada por voluntarios del propio banco, música en vivo al estilo años ’20 y personajes vestidos de época que recrearon escenas cotidianas del pasado.
Mientras los visitantes esperaban en las filas –una general y otra preferencial para personas mayores, embarazadas y con discapacidad– eran recibidos por una banda musical y figuras como un organillero y un “canillita” que regalaba un diario especialmente creado para la ocasión: “La Voz del Chile”.
Dentro del recorrido, los asistentes exploraron cinco estaciones que reviven los más de 130 años de historia del Banco de Chile, desde la construcción de la Casa Matriz, pasando por la primera Teletón de 1978, hasta una reunión ejecutiva en pleno cambio de milenio.
Todo, bajo la guía del carismático “viajero del tiempo” Julián Verne, quien acompañó a los visitantes en cada etapa, donde también pudieron conocer a figuras clave como el arquitecto Alberto Siegel Lübbe y a la primera clienta del banco, Clarisa Lorca.
La actividad, gratuita y abierta a todo público, se realiza solo hasta las 17:00 horas de este domingo, y finaliza con un “túnel del tiempo” que cierra el viaje con un recuerdo conmemorativo, una selfie de época y un podcast exclusivo en Spotify con la historia del banco.
Una propuesta distinta, rica en contenido y emocionante, que convierte al Banco de Chile no solo en una entidad financiera, sino en un verdadero guardián del patrimonio nacional.