Cientos de manifestantes se alistaban para protestar este domingo en varias ciudades de Alabama, en el sureste de Estados Unidos, contra una ley aprobada recientemente que castiga el aborto como un homicidio y cuyos autores buscan forzar un cambio de jurisprudencia a nivel nacional.
Los defensores los derechos reproductivos de las mujeres se reúnen en marchas en la capital, Montgomery, y en las ciudades de Birmingham, Anniston y Huntsville, ubicadas más al norte en el estado.
La ley HB314, aprobada esta semana, prohíbe los abortos en cualquier etapa de la gestación, contempla hasta un siglo de prisión para los médicos que lo practiquen y no considera excepciones en caso de violación o incesto.
“Si esta ley hubiese estado vigente cuando yo necesité un aborto, sé que no hubiera sido capaz de tener al hijo del hombre que me violó”, dijo a la AFP Sam Blakely, víctima de violación de 25 años que abortó hace dos años y hoy aboga por este derecho de la mujer.
“Me habría suicidado”, dijo a la AFP en Montgomery, un par de horas antes de acudir a la marcha con una camiseta roja que dice, en inglés, “mujeres”.
La medida, que se refiere al feto como un “niño no nacido”, supuestamente entrará en vigor en noviembre, aunque probablemente antes sea bloqueada por un juez.
Si se implementa, “vamos a regresar a la época cuando las mujeres se hacían los abortos ellas mismas”, dijo Maralyn Mosley, de 81 años, al diario local Montgomery Advertiser.
“Vamos a volver a las perchas y a los úteros perforados; vamos a volver a cuando las mujeres morían desangradas”, advirtió esta mujer que se practicó un aborto a los 13 años, cuando aún era ilegal. La había violado su tío.
Las manifestantes han adoptado este año los uniformes monacales de “El cuento de la criada”, de cuya simbología se apropiaron los defensores de los derechos reproductivos.
Se trata de una distopía de la novelista canadiense Margaret Atwood, que plasma en su obra un futuro donde las mujeres son tratadas como incubadoras vivientes.