Siguen aumentando los rescatados desde los escombros tras los fuertes terremotos que azotaron a Turquía y Siria. Y una de las sobrevivientes, fue una recién nacida que aún se encontraba unida a su difunta madre por el cordón umbilical, en Jindires, Siria.
La bebé fue la única superviviente de su familia y fue trasladada por los rescatistas al hospital de la ciudad cercana de Afrin, donde se encuentra estable de salud en una incubadora, y se le administró vitamina.
En la localidad donde fue rescatada la niña, se derrumbaron al rededor de 50 infraestructuras, zona cercana al epicentro del sismo en Turquía.
El médico que vio a la recién nacida, Hani Maaruf, expresó que “llegó con los miembros entumecidos por el frío, su tensión había bajado. Le hicimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada”.
“Probablemente nació siete horas después del sismo”, agregó el doctor, quien agregó que pesa 3,175 kg, por lo que habría nacido en el tiempo previsto.
Por su parte su padre, Abdalá Mleihan, su madre, Aafra, sus tres hermanas, su hermano y su tía fallecieron tras el derrumbe de la vivienda.
Según los Cascos Blancos, un servicio de emergencia que opera en las zonas rebeldes sirias, “el tiempo apremia”, ya que aún podrían encontrar sobrevivientes bajo los escombros del terremoto que hasta ahora ha dejado a más de 5.000 decesos.