Un expolítico indio condenado por secuestro, fue asesinado junto a su hermano mientras escoltados por la policía eran trasladados desde la cárcel a un centro médico en la ciudad de Prayagraj.
Fue en el trayecto cuando los medios de comunicación se acercaron a los hermanos Atiq Ahmed y Ashraf Ahmed, para preguntarles sobre la muerte de uno de los hijos de los hombres en un tiroteo con la policía.
Ocasión que fue aprovechada por los asesinos, quienes se camuflaron entre la multitud y haciéndose pasar por periodistas, sacaron sus armas y propinaron una serie de disparos en la cabeza.
Los sujetos llevaban cámaras de televisión y un micrófono con el logo de un canal de televisión local, quedando registrando todo el hecho, que posteriormente fue viralizado por redes sociales.
Según indicó el oficial de policía Ramit Sharma, “todo sucedió en apenas unos segundos” , y luego los atacantes fueron detenidos sin oponer resistencia.
Los hermanos Ahmed desde 1970 dirigían una las bandas más temidas de crimen organizado en el norte del país dedicada a homicidios.