Chile inició el largo camino a ser un país consumidor de drogas, y no sólo un paso para su distribución a otros continentes, asegura en el diario “La Tercera” una de las expertas del Servicio Nacional de Prevención y rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, Senda.
Según los nuevos estudios realizados por el Senda, que datan de 2017, el consumo de estupefacientes en Chile presenta diferentes realidades según cada zona.
Mientras el consumo de cocaína y pasta base afecta a aproximadamente el 1,5% de la población, el uso de marihuana ha experimentado un sostenido crecimiento desde 2010, alcanzando en 2016 al 14,5% de la sociedad.
Jimena Kalawski, jefa de la División Programática del Senda, asegura en este contexto que Chile dejó de ser un lugar exclusivamente de tránsito de estupefacientes, “sino que es un país que tiene niveles de consumo importantes, sobre los cuales tenemos que hacernos cargo”.
Acá la entrevista completa con el diario “La Tercera”:
¿Cómo describiría el consumo de drogas en el nivel nacional?
Nada nos gustaría más que el consumo de drogas y alcohol no existiera, principalmente entre niños y jóvenes. Pero existe y es una realidad que debemos enfrentar con un relato creíble y un diálogo directo, que nos permita contar con la confianza de la ciudadanía. El consumo de drogas es un tema social que nos afecta a todos, en donde el apoyo de la comunidad, de madres, padres y apoderados es fundamental. En esta tarea nadie sobra, todos somos responsables.
¿Cuál es el escenario actual?
Creo que podríamos afirmar que Chile durante muchos años fue un país de tránsito para el destino del tráfico de drogas, que principalmente iba a Europa. Hoy en día no es así, sino que es un país que tiene niveles de consumo importantes, sobre los cuales tenemos que hacernos cargo. En la medida en que ha aumentado el ingreso per cápita ha aumentado la oferta de droga y, por lo tanto, Chile se hace muy atractivo como un mercado de consumo.
Y a nivel regional, ¿cuál es la realidad de cada macrozona? ¿Qué la caracteriza?
Podemos hablar del consumo en torno a las formas geográficas del país. Es habitual encontrar un mayor consumo de pasta base y cocaína en la zona norte y un consumo mucho mas intensivo de alcohol en la zona sur del país. En las grandes ciudades, como Santiago, Valparaíso y Concepción, podemos encontrar que hay consumo más bien de marihuana. Sin embargo, en cada una de las regiones uno puede encontrar diferencias dentro de la misma región. Por ejemplo, si es una zona rural o urbana, con mayor poder adquisitivo, etcétera. Estamos trabajando preventivamente en comunidades, empresas, liceos, y estamos esperando tener estudios de población escolar y universitaria durante el segundo semestre.
¿Qué influye en el consumo de cada zona?
En la zona norte encontramos más consumo de pasta base y cocaína, principalmente, porque hay un aumento de la oferta, que se produce, justamente, al estar en el límite norte, donde estamos cercanos a dos países productores de cocaína y pasta base, como es el caso de Perú y Bolivia. Sin embargo, también eso alcanza a llegar a la zona sur, pero la mayor concentración está en la zona norte y en grandes ciudades. En las regiones del sur ocurre otro fenómeno, mucho más ligado al consumo de alcohol. Algo que no es novedad, ya que viene hace varios años. Pero que no sea un tema nuevo no significa que es menos preocupante. Incluso, es una situación que va cada vez más al alza.