Comisión para la paz
Christian iglesias/Aton Chile
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Hoy se dio por cerrada oficialmente la primera experiencia de Código Azul, dispositivo de colaboración público privada, coordinado por el Ministerio de Desarrollo Social, que redobló los esfuerzos para proteger a las personas en situación de calle durante en los días más fríos del invierno.

En la instancia, el ministro Alfredo Moreno anunció que el Gobierno implementará a partir de 2019 una nueva política llamada “Calle Cero”, que ofrecerá una serie de soluciones para que las personas comiencen a dejar definitivamente la calle.

El ministro Moreno indicó que “uno de los 16 grupos vulnerables de Compromiso País es precisamente el de personas en situación de calle, y ahí vamos a poner un foco particular. Le hemos pedido ayuda al sector privado, a las fundaciones que son expertas en estos temas, a la academia, pero sobre todo a las personas que viven en la calle”.

El secretario de Estado agregó que le gustaría “decir en algunos años más que ninguno de nuestros compatriotas vive en la calle, que son del orden de 12.500 personas. Para eso, vamos a iniciar con el Hogar de Cristo planes piloto de ‘Vivienda Primero’. Vamos a innovar en esta materia, porque normalmente a las personas de calle se les dice que vayan progresando poco a poco, hasta conseguir un lugar donde alojar”.

El titular de Desarrollo Social detalló que al final de la actual administración del Presidente Piñera, la nueva política “Calle Cero” buscará sacar de la calle definitivamente al menos a 1.500 personas.

Desde el Ministerio de Desarrollo Social precisaron que entre el 15 de junio y el 30 de septiembre de 2018 se implementó el Código Azul en cuatro regiones: Metropolitana, Valparaíso, Biobío y Coquimbo, en 21 comunas del país.

Código Azul registró en 2018 un total de 31 activaciones en las regiones donde se implementó, agregó 940 camas a las 1.689 del Plan Invierno y 805 de los centros temporales, permitió un total de 11.412 atenciones en calle durante la activación del dispositivo en las regiones antes mencionadas, y permitió 3.324 alojamientos, totalizando 14.736 atenciones hasta el cierre del Código Azul, el pasado 30 de septiembre.

La iniciativa contó con el apoyo de más de 30 organizaciones, así como iglesias y gimnasios que fueron utilizadas como refugios de emergencia, con el apoyo del Ejército que colaboró en montar y ponerlos en marcha.

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