El obispo emérito de Osorno, Juan Barros Madrid, llegó en calidad de imputado hasta Rancagua para declarar por casos de encubrimiento dentro de la Iglesia Católica.
En esta oportunidad, no por el caso Karadima, sino por ocultar supuestamente los presuntos delitos sexuales cometidos por el ex capellán de la Fuerza Áerea, Pedro Quiroz.
A su llegada a la fiscalía de O’Higgins, Barros entregó unas breves palabras a los medios de comunicación, “yo declaré en Santiago y ahora me pidieron que viniera para acá. Vengo por la causa del sacerdote Pedro Quiroz, entiendo yo”.
Luego le preguntaron por sus expectativas en esta investigación y por cómo se sentía, a lo que respondió “con el favor de Dios, que salga todo bien”.