El pasado jueves 17 de diciembre se aprobó en la Cámara de Diputados y Diputados un proyecto en general sobre la eutanasia, la que busca introducir modificaciones en la Ley de Derechos y Deberes de las Personas en Atención de Salud y en los códigos Civil y Penal que garantiza que se respete la voluntad de los pacientes.
En ese sentido, la Conferencia Episcopal de Chile se pronunció ante esta iniciativa y la rechazó categóricamente.
A través de un comunicado de 8 puntos, la iglesia aseguró que “es un acto siempre ilícito desde el punto de vista moral, porque constituye un crimen contra la vida humana. Es un acto intrínsecamente malo, en toda ocasión y circunstancias”.
“Esta práctica oscurece el significado profundo de la dignidad humana, haciéndola aparecer como si condujese al bienestar subjetivo. La dignidad humana se ve reducida a un simple bien disponible como otros”, complementario.
En esa línea, la Iglesia cerró diciendo que “la medicina también se ve degrada por la eutanasia, pues la aleja de su misión primordial que es sanar al enfermo o disminuir el sufrimiento”.