Luego del incendio que afectó a parte de las dependencias del Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) durante la jornada del sábado 30 de enero, las autoridades del recinto hicieron un recorrido por las instalaciones, para ver en terreno el daño ocasionado por la acción del fuego. De acuerdo a los antecedentes recabados, la emergencia comenzó -por razones se investigan- en una zona administrativa en el tercer piso del establecimiento.
Tras la visita realizada por el director del HCSBA, Jorge Wilhelm, la autoridad indicó que “como evaluación preliminar, podemos decir que el daño se concentró en el tercer piso, donde teníamos instalada toda la complejización de camas de nuestro establecimiento, con 41 camas de cuidados intensivos con pacientes ventilados, muchos de ellos COVID. El daño en particular está en ese piso y en la Unidad Coronaria, específicamente, en Hemodinamia. Además, producto del agua, los daños continúan en el segundo piso, donde se encuentra la Dirección y unidades de apoyo como Laboratorio y el IDIMI (Instituto de Investigaciones Materno-Infantil); y en el primer piso en Imagenología”.
Debido a la magnitud de los daños -que aún no son avaluados-, el HCSBA aún no está en condiciones de retomar sus actividades. Por ende, las personas con horas agendadas, tanto en el área ambulatoria como quirúrgica, serán contactadas por el personal del hospital para suspender sus citas e indicarles cómo se procederá para poder cumplir con las atenciones pendientes.
Wilhelm señaló que “respecto a la atención ambulatoria, nuestro Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) recibe a casi 4 mil pacientes diariamente. Lo preliminar que estamos haciendo hoy es contactar a esos pacientes y difundir por nuestros medios oficiales que las atenciones están suspendidas por, al menos, una semana. Durante esta semana se les comunicará cuál es el plan que se va a realizar para darle solución a sus problemas de salud”.
La directora del Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), Dra. Patricia Méndez, indicó que “la evacuación de los pacientes en forma segura ya se realizó, pero ahora tenemos un tremendo trabajo, que es ver cómo damos continuidad a la atención de nuestros pacientes, porque este es un hospital de 500 camas que ya se habían visto reducidas a 350 por la pandemia, y que tiene atenciones de especialidades y subespecialidades. Es como el buque insignia de nuestra red y tiene servicios que no se dan en ningún otro lugar del país, como cardiocirugía, cirugía de columna”. Para ello, agregó “estamos trabajando en remodelar el resto de la red junto con las autoridades ministeriales, los otros servicios de salud y directores de hospitales, para poder soportar esta necesidad momentáneamente, porque este hospital no puede desaparecer en su funcionalidad, por las prestaciones que da y la alta calificación de profesionales que tiene”.
Asimismo, indicó que “los equipos ministeriales están trabajando en un levantamiento tanto de la infraestructura como del equipamiento médico, y luego tenemos que ver cómo resolvemos. Tenemos que dar soporte para poder proveer y que nuestra ciudadanía no se quede sin esas atenciones. Es el trabajo que viene ahora, que es enorme”, señaló.
Cabe recordar que, en el Colegio Guillermo Matta, ubicado frente al hospital (Santa Rosa #1247), se mantiene un puesto de información para familiares de los pacientes trasladados a otros recintos, y también se habilitaron los teléfonos +56939503585 y +56939501994.
Además, los usuarios de la red que requieran atención de urgencia gineco-obstétrica deben dirigirse a los hospitales Félix Bulnes, Tisné o San José. En tanto, para urgencia pediátrica, deben ir al SAPU más cercano, y en casos más complejos, a los hospitales de la red pública: Calvo Mackenna, Roberto del Río y Exequiel González Cortés.