El 11 de noviembre de 1968, la reina Isabel II visitó Chile, recorriendo durante seis días Santiago, Valparaíso y Pucón, junto a su marido, el príncipe Felipe, siendo la primera y última vez en pisar suelo nacional.
Esta visita se dio tres años después que el presidente Eduardo Frei Montalva realizara una gira oficial por Europa (1965) y en su itinerario de viaje contempló una visita a Inglaterra, instancia en que aprovechó de invitar a Isabel II al país.
La reina llegó al aeropuerto de Pudahuel, donde fue recibida por el mandatario de la época y luego se dirigieron a la plaza de la Constitución de Santiago para realizar un acto de bienvenida.
Aquel trayecto se realizó a bordo del Ford Galaxie 500 XL, aquel vehículo negro y descapotable, que regaló tras su visita al país y que hasta el día de hoy es utilizado por los jefes de Estado.
La agenda oficial contempló una cena y reuniones protocolares en el Hotel Carrera. Al día siguiente, fue el turno del Congreso y un almuerzo en la casa del canciller chileno, Gabriel Valdés.
También hubo una cena en la casa de Eduardo Frei, una actividad que causó bastante curiosidad, ya que no es común. Después visitó el Estado Nacional y ver el clásico universitario entre Universidad de Chile y Universidad Católica.
Luego se dirigió a Valparaíso para participar de un desfile de las Fuerzas Navales que se desarrolló en la Plaza Sotomayor, en aquel lugar depositó una ofrenda foral en el Monumento a los Héroes de Iquique.
Después viajó al sur del país, específicamente a Pucón, donde fueron recibidos en el Hotel Antumalan.
Finalmente, volvió a Santiago para realizar el último recorrido que partió en el Hotel Carrera, continuó por la Alameda, Avenida Ejército hasta llegar al Club Hípico. Las calles siempre estuvieron repletas de personas con banderas del reino Unido y gritando.