Agencia Uno
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Este miércoles se realizó la ceremonia de investidura de los consejeros constitucional en el Congreso Nacional.

En la primera se sesión de la instancia, los consejeros debieron votar para elegir la mesa directiva del órgano.

Con 33 votos, fue electa Beatriz Hevia, del Partido Republicano, para presidir el Consejo Constitucional.

Con la segunda mayoría, 17 votos, Aldo Valle (independiente-PS), obtuvo la vicepresidencia.

Cabe recordar que la primera apuesta para presidir el consejo fue Ninoska Payauna, pero decidió bajar su candidatura, debido a que en 2007 registraba una causa por hurto, la que se encuentra cerrada.

Primer discurso de Hevia

“Estoy convencida que más allá de nuestras diferencias, si ponemos a las personas y a Chile por delante y actuamos con seriedad, este proceso puede ser exitoso y contribuir a terminar con la incertidumbre e inestabilidad que ha marcado el devenir de nuestro país los últimos años”, dijo Hevia en su primer discurso.

La republicana valoró el profesionalismo del Consejo de Expertos y señaló que “sabemos muy bien que el texto que nos han presentado los expertos es un borrador sobre el cual tenemos que trabajar, un insumo que deberá orientas nuestro trabajo y sobre el cual son necesarias e indispensables largas jornadas de conversación, discusión y debate”.  

“En esa segunda etapa es deber de los consejeros analizar críticamente este texto y procesar las diferencias que tenemos para poder llegar a un texto final que no solo represente a los consejeros, sino que interprete de la manera más fiel a los millones de chilenos que han confiado en nosotros para sacar esta tarea adelante”, planteó.

Chile no está bien. Como representante del sur de Chile, de la ciudad y el mundo rural, y hoy también de las regiones del norte y del sur, doy fe de la crisis profunda que vive nuestro país. Una crisis económica, política, pero sobre todo social”, sostuvo Hevia.

Agregó que “a esta crisis integral que sufrimos, la antecede una profunda crisis moral, que se manifiesta la descomposición de la vida familiar, en el desprecio por la autoridad, las normas y el Estado de Derecho y, por cierto, en la justificación de la violencia y su solapada promoción como método de acción política“.

“Nuestra disposición es a trabajar sin quedarnos pegados en la divisiones del pasado. Nuestro rol como consejeros es buscar acuerdos que perduren en el tiempo y nos permitan superar la polarización actual. Mi compromiso es a hacer todo lo posible para cumplir con ese mandato“, enfatizó la presidenta del Consejo Constitucional.

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