Irina Karamanos sobre su paso por La Moneda
Agencia Uno.
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Irina Karamanos en entrevista con la revista de España “Vein” abordó su paso por La Moneda como Primera Dama, rol que ocupó desde el inicio del Gobierno del Presidente Gabriel Boric.

La antropóloga de 34 años dijo que al asumir el cargo en el 2022 dejó de lado muchas cosas, entre ellas, su carrera profesional. “Usé todas las herramientas que tenía para adaptarlas a la nueva misión“, señaló a la revista española.

Lo único que traté de no dejar de lado era mi personalidad, mi criterio y mi relación afectiva con el Presidente, porque a muchas personas de mi entorno las dejé de ver por un año”, comentó.

Además, sostuvo que el cargo lo tomó “con mucha responsabilidad”, asegurando que “yo estaba muy atenta, tensa e incómoda con tener poder“.

“Tengo una convicción democrática muy fuerte, entonces yo misma consideraba que era ilegítimo estar allí por más tiempo de lo estrictamente necesario. Me iba dando cuenta de lo mucho que se puede hacer con esa posición jerárquica y a la vez decidía no usarla; solamente usé el poder para ir desarmándolo“, relató Irina Karamanos

En ese contexto, indicó que tomó “la investidura de Primera Dama para poder desvestir la reiteración de esa figura y ese lugar”.

“Si no fui electa para gobernar, no voy a gobernar”

Karamanos también reflexionó sobre el sentido del rol de Primera Dama en la entrevista con la revista española, apuntando que el cargo es el lugar perfecto para “hacer muchas cosas buenas”.

“Es una privilegiada oportunidad y suena muy atractivo poder presentar buenos proyectos que tengan un impacto en mucha gente”, comentó.

No obstante, aseveró que aquel trabajo que desempeña una “Primera Dama” es simplemente porque es “pareja del Presidente”.

Ese es el pecado original del cargo si uno se pone lentes del siglo XXI, porque hoy en día tenemos ministerios que hacen las políticas sociales, de género y sobre los temas que tradicionalmente se asocian a las Primeras Damas”, expresó.

Y añadió: “Pero sobre todo porque hoy podemos votar por líderes mujeres, en cambio, una Primera Dama no es una figura electa. Ser pareja de alguien no es haber sido electa, y si no fui electa para gobernar, no voy a gobernar“. 

“Mi convicción en esto tuvo que ver con valores democráticos, no con caprichos”, precisó.

Al ser consultada por “alguna imagen que te queda de tu paso por La Moneda”, ella respondió que vio una diferencia entre oficinas del edificio de Gobierno. “Mi oficina era de un lujo que me sorprendía todos los días, los otros equipos le decían Versalles“, sostuvo.

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