El regreso a la rutina laboral tras unas merecidas vacaciones puede convertirse en un verdadero desafío. Ansiedad, insomnio y falta de concentración son algunos de los síntomas del llamado estrés post vacacional, una reacción común al dejar atrás el descanso y enfrentarse nuevamente a las responsabilidades del trabajo.
Según Lissette Domínguez, psicóloga laboral y directora de Atracción de Talentos de SOS Group, este malestar afecta a la mayoría de los trabajadores, especialmente en las primeras dos semanas posteriores al retorno. Sin embargo, en los casos más críticos, puede extenderse hasta por tres meses, sobre todo si la persona no se siente satisfecha con su empleo.
Estrategias para un regreso sin traumas
Para evitar que la vuelta a la oficina se transforme en un calvario, la especialista recomienda aplicar algunas estrategias clave:
No volver al trabajo un lunes: La mejor opción es reincorporarse un miércoles, lo que permite una adaptación más gradual con solo tres días laborales antes de un nuevo descanso.
Regresar a casa con anticipación: Volver de las vacaciones al menos dos días antes de retomar el trabajo ayuda a organizar pendientes personales y prepararse mentalmente para la rutina.
Coordinarse con el reemplazo: Es fundamental reunirse con el compañero que tomó las riendas en la ausencia para ponerse al día sobre tareas urgentes y pendientes.
Pedir un reemplazo parcial: Solicitar que la persona que cubrió el puesto continúe apoyando durante los primeros días permite disminuir la presión y facilitar la transición.
Ordenar prioridades: Empezar por las tareas más urgentes y revisar los correos desde los más recientes a los más antiguos evitará perder tiempo en asuntos que ya pudieron haber sido resueltos.
Compartir experiencias con colegas: Durante un almuerzo o una pausa, hablar sobre las vacaciones con los compañeros puede ayudar a bajar el estrés y prolongar el efecto positivo del descanso.
Adaptación progresiva para un regreso exitoso
La clave para evitar que el regreso al trabajo se convierta en una pesadilla está en planificar la vuelta con anticipación y dar espacio a la adaptación. Seguir estos consejos permitirá retomar la rutina con mayor energía y evitar que el estrés post vacacional arruine el impulso ganado durante las vacaciones.
