
La menopausia es una etapa natural en la vida de la mujer que puede traer consigo cambios físicos y emocionales, afectando la salud sexual y las relaciones de pareja. La sequedad vaginal y la disminución de la libido son algunos de los síntomas más frecuentes, lo que puede generar dolor durante las relaciones sexuales.
Sequedad vaginal y cambios hormonales
Uno de los principales efectos de la menopausia en la salud sexual es la sequedad vaginal. Esta condición se debe a la reducción en los niveles de estrógenos, lo que provoca pérdida de elasticidad y adelgazamiento de las paredes vaginales. Como consecuencia, muchas mujeres experimentan dispareunia, término médico para el dolor durante el coito, lo que puede disminuir el deseo sexual.
La Dra. Soledad Vallejo, presidenta de la Sociedad Chilena de Climaterio (Sochiclim), explica que “cuando disminuye el estrógeno, uno de los aparatos que más resulta afectado es el de la vagina y el aparato urogenital. Cuando no hay estrógenos, ese tejido o la capa superficial se va adelgazando y volviendo rígida”. Esta situación puede derivar en irritación, dolor e incluso sangrado, afectando la calidad de vida de muchas mujeres.
Síntomas adicionales de la menopausia
Además de la sequedad vaginal, la menopausia puede generar otros síntomas como fatiga, sofocos, dolor articular e insomnio. Estos factores pueden influir en el estado de ánimo y la calidad de vida, reduciendo aún más el interés por la intimidad. La Dra. Milagro Sosa, Directora Médica de Abbott, señala que “puede producirse un círculo vicioso entre intimidad dolorosa, miedo a la intimidad y nerviosismo e irritación a causa de relaciones sexuales incómodas”.
Opciones de tratamiento y recomendaciones
Para aliviar los síntomas y mejorar la salud sexual, existen diversas opciones terapéuticas. La Terapia Hormonal para la Menopausia (THM) es una de las alternativas médicas disponibles, ya que ayuda a restablecer parte del estrógeno y la testosterona en el organismo. Además, el uso de lubricantes puede contribuir a reducir las molestias durante el coito.
El ejercicio físico es otro aliado en esta etapa, ya que disminuye el estrés y la ansiedad, mejorando el bienestar general. “Las actividades físicas pueden reducir el estrés y la ansiedad mediante la liberación de endorfinas, que pueden aumentar el deseo sexual”, sostiene la Dra. Sosa. Asimismo, los ejercicios de Kegel fortalecen el suelo pélvico, favoreciendo la funcionalidad vaginal.
Importancia de la comunicación
Hablar sobre los cambios que se experimentan durante la menopausia es fundamental. Compartir inquietudes con la pareja y buscar apoyo profesional puede ser clave para mejorar la calidad de vida y la intimidad. La Dra. Vallejo enfatiza que “la sexualidad es algo muy íntimo. En gran medida, se sienten afectadas en su autoestima, y eso puede hacer más difícil mantener una relación sexual satisfactoria”. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y una comunicación abierta, es posible superar estas dificultades y mantener una vida sexual plena.