Este sábado, París dio un paso histórico al permitir que los primeros bañistas se sumergieran en las aguas del Sena, un hecho que no ocurría desde 1923. La capital francesa habilitó tres zonas específicas para el baño, marcando un hito en la ciudad.
Mediante un mensaje publicado en X el presidente galo, Emmanuel Macron, recordó que su antecesor, Jacques Chirac, había soñado con un Sena en el que todos pudieran nadar, ante lo que escribió que “mañana su promesa se cumplirá”. Al río se podrá acceder en tres zonas exclusivas hasta el 31 de agosto, de forma gratuita dependiendo de las condiciones climáticas.
Sin embargo, la calidad del agua en el Sena ha sido una de las principales preocupaciones, y para asegurar que el baño fuera posible, las autoridades francesas invirtieron más de 1.400 millones de euros en mejorar la red de saneamiento y evitar que aguas residuales desembocaran en el río.
Además de la inversión en infraestructura, la medida responde a un contexto de cambio climático, con un verano caluroso que rozó los 40 grados en la ciudad.
Las tres zonas habilitadas contarán con vigilancia constante para garantizar la seguridad de los bañistas, y solo podrán ingresar las personas que demuestren que saben nadar, además de la intensa vigilancia debido a las fuertes corrientes.
