La madrugada de este viernes terminó una intensa búsqueda que se extendió por casi siete años. Federico Astete Catrileo, de 36 años, fue finalmente capturado cerca de la casa de sus padres, en el sector de Pocuno, en Contulmo, Región del Biobío.
Su nombre no es nuevo para las policías ni para el Ministerio Público. Era considerado uno de los objetivos prioritarios por su rol como líder de la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML), grupo radical asociado a diversos atentados en la zona.
Un historial marcado por la violencia rural
Astete era conocido por su profundo conocimiento del territorio donde operaba. Creció en la Región del Biobío y sus conexiones familiares le permitieron, durante años, evadir a las fuerzas policiales cada vez que se realizaban operativos de búsqueda.
Según reportes, cercanos a él lo alertaban de las acciones policiales, permitiéndole escapar sin dejar rastro.
El episodio más grave vinculado a su liderazgo ocurrió en agosto de 2022. Esto, cuando un grupo armado de la RML atacó el histórico molino Grollmus en Contulmo.
Durante el asalto, que se extendió por cerca de treinta minutos, cuatro personas resultaron heridas, incluyendo al dueño del recinto, Carlos Grollmus Thiele (81), quien terminó con la amputación de su pierna tras recibir un disparo.
La organización reivindicó el ataque a través de un comunicado, afirmando que se trató de una “acción de sabotaje” en apoyo a los presos políticos mapuche en huelga de hambre.
El núcleo familiar de Astete
Además de liderar la RML, Federico Astete proviene de un núcleo familiar involucrado en otros hechos de violencia. Su hermano menor, Camilo Astete Catrileo, fue condenado en 2023 a seis años de cárcel por homicidio frustrado e incendio, relacionados con un atentado ocurrido en 2015, en el cual también habría participado Federico.
Por su parte, su pareja, Carolina Nahuelán, también fue detenida, siendo señalada como una de las responsables de múltiples ataques a predios de la región.
Actualmente, hay al menos doce personas detenidas por su participación en el ataque al molino Grollmus.
La captura de Astete representa un punto de inflexión para las investigaciones de violencia rural en el Biobío, ya que se le atribuía la planificación y ejecución de varias de estas acciones.
