
Durante la ceremonia del Te Deum Ecuménico de Fiestas Patrias, celebrada este 18 de septiembre, el arzobispo Fernando Chomalí, aprovechó la instancia para enviar un claro mensaje sobre la postura de la Iglesia Católica respecto a temas como el aborto y la eutanasia, sin mencionarlos de forma explícita.
En su discurso, el religioso reafirmó el compromiso de la Iglesia con los más vulnerables de la sociedad, mencionando que “alzarán la voz” por aquellos que no tienen la posibilidad de hacerlo.
“Siempre y cuando el bien de las personas se vea amenazado, alzaremos la voz por todos aquellos que no tienen voz, desde los niños no deseados en el vientre de sus madres hasta los ancianos descartados que dan su último suspiro“, declaró Chomalí en su intervención.
La defensa de los más vulnerables
En su mensaje, Chomalí subrayó que las acciones de la Iglesia hablan por sí solas, refiriéndose a las obras sociales que realizan para asistir a los más desvalidos.
En este contexto, destacó la labor de las instituciones que brindan apoyo a las mujeres embarazadas con dificultades, ayudándolas a sacar adelante sus embarazos.
“Hablan por nosotros las instituciones que cuidan a las embarazadas con dificultades, y que con apoyo espiritual, sicológico, médico, social y económico sacan adelante sus embarazos y abrazan a su hijo con la sonrisa que sólo una madre es capaz”, señaló.
El arzobispo también destacó el compromiso de la Iglesia con los ancianos, afirmando que muchos de ellos, a pesar de las dificultades, siguen amando la vida con intensidad.
“Hablan por nosotros los ancianos postrados que cuidamos con amor y que, incluso en medio de las dificultades, aman intensamente la vida y esperan serenos y confiados, como dicen ellos, ‘que diosito me lleve’”, añadió.
Migración y xenofobia: otro frente de lucha
En su discurso, Chomalí no solo se refirió a los temas del aborto y la eutanasia, sino que también mencionó la situación de los migrantes en Chile, quienes, según el arzobispo, encuentran en la Iglesia un refugio frente a los vientos de xenofobia que se perciben en la sociedad.
“Los más pobres de los pobres, los migrantes, encuentran en nosotros apoyo, seguridad y un defensor seguro frente a los vientos de xenofobia”, señaló.
Un llamado a la civilización del amor
Para cerrar su intervención, el arzobispo Fernando Chomalí hizo un llamado a construir una “civilización del amor”, donde la solidaridad y el respeto por el otro sean las normas básicas de convivencia.
“Todos ellos seguirán hablando porque les prestaremos nuestras manos y nuestra voz hasta que la civilización del amor sea nuestra patria y la solidaridad, la norma donde podamos salir a la calle sin temor y donde el otro sea nuestro amigo y hermano y no alguien del que tengamos que defendernos”, concluyó.
Con estas palabras, el líder religioso volvió a poner en la palestra la postura de la Iglesia Católica en temas que siguen siendo objeto de intenso debate en la sociedad chilena, reafirmando su defensa por la vida desde la concepción hasta la muerte natural.