
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea escalaron este viernes luego de que el Presidente Donald Trump anunciara su intención de aumentar los aranceles a productos europeos hasta un 50%, medida que, según señaló, entraría en vigor el 1 de junio si no hay avances concretos en las negociaciones bilaterales.
A través de su red Truth Social, Trump cuestionó el funcionamiento del bloque europeo en términos comerciales y acusó a la UE de estar diseñada para perjudicar a Estados Unidos. “Nuestras discusiones con ellos no están yendo a ninguna parte”, escribió, indicando que recomendaba aplicar de inmediato un alza arancelaria como respuesta.
El mandatario también arremetió contra lo que describió como prácticas desleales del bloque, incluyendo barreras no arancelarias, impuestos al valor agregado, sanciones a empresas estadounidenses y manipulaciones monetarias. En sus palabras, todas estas medidas han generado un contexto injusto para las compañías norteamericanas.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha impulsado una política de “tasas recíprocas”, que ya se ha traducido en un aumento de aranceles del 10%, dejando en suspenso un alza total del 20% hasta que concluyan las conversaciones. Esa moratoria de 90 días expira en julio, pero el mandatario busca adelantar una decisión.
En cuanto a las cifras, Trump ha afirmado que el déficit comercial con Europa se encuentra entre los 300.000 y 350.000 millones de dólares, una estimación superior a los 235.000 millones reportados por la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. (USTR). La Comisión Europea, por su parte, reduce ese monto a cerca de 150.000 millones de euros, considerando incluso un superávit estadounidense en servicios.
El anuncio pone en jaque las negociaciones y abre un nuevo frente de tensión en la agenda internacional del gobierno norteamericano.