El gobernador reelecto de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, se reunió este lunes con el presidente Gabriel Boric en La Moneda para discutir temas clave para la región y la descentralización. Orrego destacó la importancia de fortalecer las competencias de los gobiernos regionales y expresó su disposición a colaborar con el Ejecutivo en iniciativas que beneficien a los ciudadanos.
Orrego agradeció al presidente por la invitación y subrayó el apoyo histórico que recibió en su reelección, con más de 2,5 millones de votos. “La ciudadanía me ha puesto en una situación de mucha responsabilidad y humildad. Me han dado el mandato de recuperar la ciudad para las personas”, comentó.
Durante la reunión, reconoció los avances logrados en colaboración con el gobierno central, destacando proyectos como la transformación de la Nueva Alameda, un esfuerzo conjunto que contempla una inversión de 115.000 millones de pesos, de los cuales 100.000 son financiados por el gobierno nacional y 15.000 por el gobierno regional. “Este proyecto es un ejemplo de política de cooperación que los chilenos están exigiendo”, afirmó.
Además, el ex demócrata cristiano valoró el traspaso de competencias como el ordenamiento territorial, anteriormente en manos del Ministerio de Vivienda, y el control de tránsito, que ahora dependerán del gobierno regional.
Prioridad: seguridad y coordinación regional
El gobernador planteó al presidente la necesidad de avanzar en el proyecto de ley que otorga a los gobiernos regionales mayores facultades para la prevención del delito, enfatizando que la seguridad es la principal preocupación de los habitantes de la Región Metropolitana. “El gobierno no tiene manos de sobra; le faltan manos. Es urgente que podamos fortalecer la capacidad de los gobiernos regionales para prevenir el delito”, subrayó.
Orrego destacó la importancia de coordinar a los 52 municipios de la región con las policías y otros organismos. “Estamos invirtiendo 158 mil millones de pesos en seguridad, apoyando a Gendarmería, Carabineros, la Fiscalía y las comunidades”, explicó.
Rechazo a la confrontación política
Orrego también abordó las interpretaciones de su victoria como un plebiscito al gobierno. Aseguró que su gestión se centrará en el diálogo y la cooperación, evitando la confrontación. “La gente no quiere más violencia, ni física ni verbal. Nos piden moderación, cooperación y diálogo”, declaró.
El gobernador enfatizó su independencia política, asegurando que su victoria no representa un triunfo exclusivo del oficialismo ni de la oposición. “No me defino como oficialista ni opositor. He trabajado con todos los alcaldes de la región y seguiré apoyando las políticas que beneficien a los habitantes de Santiago”, agregó.
El exalcalde de Peñalolén cerró la reunión con un llamado a fortalecer la colaboración entre distintos sectores políticos para abordar los desafíos de la región. “No somos enemigos, somos adversarios. El mandato ciudadano es claro: poner el bien común por sobre las diferencias”, concluyó.