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En estos días el gobierno dio a conocer los resultados de un trabajo de 5 meses realizados por mesas de trabajo para analizar la vulnerabilidad social. La novedad es que lo hizo desde la óptica de la falta de condiciones que permitan alcanzar un desarrollo integral de la persona, y no solamente según el ingreso que ella tiene.

Esto responde al paradigma que así como los tiempos cambian las necesidades también lo hacen. Es el caso de la conectividad a internet, actualmente 1.500 localidades de nuestro país están desconectadas, lo que se traduce en una falta de acceso a fuentes de información y servicios que mejoran la calidad de vida de las personas.

Una vez  dibujado este Mapa de la Vulnerabilidad, elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, el gobierno elaboró el proyecto Compromiso País, iniciativa del Ejecutivo con la que pretende superar la pobreza, desde una mirada multidisciplinaria que se hace cargo de elaborar propuestas para los diversos grupos vulnerables.

Compromiso País da buenas señales respecto de cómo queremos avanzar. Enfrentar la vulnerabilidad de esta forma permitirá entender mejor la realidad del país y orientar las políticas públicas que buscan aliviar la pobreza multidimensional que afecta al 20% de la población. Si bien existe mayor movilidad social, lo que permite que más personas puedan salir del umbral de la pobreza por ingresos, ésta es cada vez más frágil a contingencias. Perder el trabajo, padecer alguna discapacidad, estar en la proximidad de la violencia o tráfico de drogas pueden retrotraer cualquier avance.

Además, con estos resultados se visibilizan grupos que no han sido debidamente representados en el espacio público, como las personas dependientes que viven solas o institucionalizadas y que pertenecen al 40% más pobre del país. Pues toma en cuenta no solo el ingreso, como lo hace la encuesta Casen, sino que también las condiciones de educación, salud, acceso a servicios básicos, seguridad, vivienda, redes y cohesión social. De esta forma se evaluó de forma más global el desarrollo integral y pleno de diversos grupos sociales. Ejemplos de ellos son las personas con discapacidad dentro del 40% más pobre de la población, familias que presencian continuamente tráfico de drogas o violencia, que no tienen servicios sanitarios básicos, mujeres víctimas de violencia intrafamiliar, niños y adolescentes fuera del sistema escolar, etc.

Parte del valor de este trabajo es que en la conformación de las 16 mesas participaron representantes de los sectores público y privado, la academia, la sociedad civil, como también ciudadanos afectados, demostrando la importancia de la colaboración de los distintos actores de la sociedad para realmente alcanzar un desarrollo pleno e integral. Esta iniciativa y cooperación se debe seguir siendo replicada en la ejecución de las propuestas que de ellas surgieron, ya que no es solo una tarea del gobierno de turno. En Chile 4,9 millones de personas mayores de 18 años no han completado su escolaridad y 1,4 millones de personas no cuenten con servicios sanitarios básicos, lo que nos demuestra que hay mucho por avanzar. La vulnerabilidad hoy en día va más allá de la carencia de ingresos, como lo evidencia este Mapa de la Vulnerabilidad.

Anna Hanke
Directora de Formación
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