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Existe una línea muy delgada entre la robotización y la automatización, prácticamente son lo mismo, pero el método que las sustenta hace la diferencia.

Una automatización tradicional no necesariamente replica acciones humanas. Por ejemplo, se pueden tomar dos sistemas, conectarlos y que éstos se comuniquen en su lenguaje, cosa que un humano no hace. Si bien, la robotización genera el mismo resultado, al integrar dos sistemas, lo hace a través de un mecanismo que es el mismo que haría una persona, ¿cómo? En términos simples, el mecanismo con el que se realizan las acciones en la robotización replica los clics y teclas que utiliza el humano para realizar su trabajo, no “cosas tecnológicas”.

Un buen caso de uso de la robotización al cliente son los Cyber Monday. En muchas ocasiones en estos eventos lo que hay detrás son robots, ya que no se pueden tener personas todos los días por 24 horas atendiendo los requerimientos de los clientes. La gente no lo sabe, porque no lo ve, tener sólo personal es casi imposible. Todas las grandes empresas deberían tener un sistema de Automatización Robótica de Procesos (RPA) para abordar casos como este.

Es importante entender que la robotización no es el objetivo, tiene que ser el medio para la solución de un problema alineada a una estrategia de negocio. Hace algunos años se decía, “yo quiero un robot y optimizar mi proceso”, con una visión más táctica. Pero no se pensaba en cómo se iba a impactar a la organización, más bien, terminabas con muchos robots que generaban poco valor. Una automatización inteligente, donde se puede integrar incluso a las personas, un BPM, Inteligencia Artificial, y varias piezas más, son el medio para la solución del problema de negocio punta a punta. El robot por sí solo no es mágico, debe tener un objetivo bien definido que acompañe la visión de la organización.

La robotización es transversal a todas las industrias, no tiene una específica, puede estar en áreas de finanzas, contables, operaciones. No obstante, se debe tener en mente la parte mecánica del problema. Todos los problemas poseen una parte lógica y otra mecánica. Hay que ver cuál es la opción que me toma más tiempo, y en esa evaluar la factibilidad de implementar un robot.

La primera visión de la robotización fue generar ahorros, lo que es correcto en muchas ocasiones, pero lo que realmente debemos tomar en cuenta, es que se trata de una inversión, porque impacta en la productividad y en la eficiencia lo que impacta en el aumento de las ventas, puesto que el colaborador se dedica al trabajo de mayor valor y no a tareas repetitivas y tediosas. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer en automatización inteligente, en Chile estamos atrasados entre 5 y 10 años.

Conrado Meli Saavedra
Socio – Consultor senior RPA Primus Consulting

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