Las contraseñas están viviendo sus últimos días de gloria. ¿La razón? Simple: ya no son seguras ni funcionales.
Hoy, 8 de cada 10 ciberataques ocurren por hackeos de contraseñas. Es decir, el método de seguridad más común… es también el más vulnerable.
Y cuando los riesgos digitales crecen, la tecnología responde. En este caso, con una tendencia imparable: la autenticación sin contraseña o “passwordless”.
Así lo confirma Sebastián de la Fuente, gerente de Producto de Ionix Latam, quien asegura que este sistema está revolucionando la ciberseguridad.
Empresas como Apple, Google y Microsoft ya están a la cabeza del cambio, apostando por tecnologías más robustas y cómodas para los usuarios.
Una de las estrellas del nuevo modelo son los passkeys, una especie de “llave digital” que utiliza biometría o dispositivos personales para autenticarse.
Nada de memorizar caracteres raros. Aquí basta con tu huella digital o tu rostro. Futurista, ¿verdad?
Según la FIDO Alliance, más de mil millones de personas ya han activado al menos un passkey. Y la conciencia del consumidor creció del 39% al 57% en solo dos años.
“La transición hacia este sistema es inminente y responde a una necesidad crítica: los ciberataques no paran de aumentar”, señala De la Fuente.
Actualmente, se registran 921 ataques de contraseñas por segundo en el mundo. Sí, por segundo.
La ventaja de estos sistemas es que no comparten datos sensibles con servidores, lo que reduce de forma radical las filtraciones masivas.
Además, al integrarse con navegadores, móviles y sistemas operativos, la adopción global se vuelve cada vez más sencilla.
Y no solo son más seguros: también mejoran la experiencia del usuario, mezclando simplicidad y protección.
Incluso promueven la inclusión digital, facilitando el acceso seguro a personas con poca experiencia tecnológica.
Pero, ojo, este cambio no será automático. La educación digital será clave para que usuarios y empresas entiendan y confíen en esta nueva era.
“Es muy probable que a fines de este año veamos una baja significativa en el uso de contraseñas. Su caducidad está cada vez más cerca”, adelanta el experto.
Así que ya lo sabes: guarda tu contraseña en un cajón, porque el futuro de la ciberseguridad no necesita que la recuerdes.
