Continúan las denuncias cruzadas entre las familias de los seleccionados.
Los dichos de Carla Pardo, esposa de Claudio Bravo, quién acusó a algunos jugadores de llegar a los entrenamientos borrachos, siguen causando problemas entre los jugadores de La Roja.
Ayer, la madre de Pardo, Pilar Lizana, denunció con más detalles las indisciplinas de Arturo Vidal, específicamente sobre el incidente del Monticello, señalando que “a mí me lo contó un sobrino que trabaja allá. Yo me enteré que hubo una pelea, que Arturo estaba metido allá y que se había venido a las 7 de la mañana”, agregando que habría pagado para borrar las cámaras de seguridad.
Es por eso que personas del entorno del volante salieron a defenderlo. Según lo señalado en El Mercurio, algunos cercanos del jugador acusaron que “Bravo también participaba de actos de indisciplina y que ahora se cree un ejemplo de buenos valores”.