Croacia e Inglaterra jugaran este miércoles a las 14:00 horas el partido que definirá el rival de Francia en la final del Mundial de Rusia 2018.
Francia venció 1-0 a Bélgica el martes en San Petersburgo y jugará el 15 de julio en el estadio Luzhniki de Moscú la tercera final en su historia, tras haberse coronado en 1998 en casa y caer ante Italia en Alemania 2006.
Tres leones hambrientos
En busca de la final, el seleccionado de los tres leones parece dispuesto a engrosar en Rusia-2018 sus discretas estadísticas mundialistas, más allá de haber ganado el título en 1966 en casa.
Los ingleses, con su cañonero Harry Kane dominando la tabla de goleadores con 6, vuelven a la penúltima fase de una Copa del Mundo 28 años después de alcanzarla en Italia 1990 con Gary Lineker y Paul Gascoine como abanderados.
Pero los croatas, guiados por el cerebro Luka Modric, van tras los pasos de aquel equipo de Davor Suker, Zvonimir Boban y Robert Prosinecki que alcanzó el tercer lugar en Francia-1998 en su primera participación mundialista tras la independencia del país siete años antes.
La actual “generación fue subestimada durante mucho tiempo debido a malos resultados, pero mostraron su calidad cuando importaba y entrarán en la historia como la gran generación que siguió a la de 1998”, afirmó el martes el entrenador croata, Zlatko Dalic.
La llave de la semi
Kane y Modric, dos de los (inesperados) candidatos a mejor jugador del Mundial, tienen la llave de sus seleccionados para abrir la segunda semifinal.
Modric ha sellado una sociedad de buena circulación y tenencia con Ivan Rakitic en el centro del campo croata llamada ‘Unidos por el fútbol’ que le ha dado hasta ahora muy buenos réditos, aún con un apagado socio Mario Mandzukic (un gol en cinco partidos).
Menos vistosos, los ingleses se amparan en el juego aéreo y el balón detenido como armas de éxito y cuentan con su artillero Harry Kane en estado de gracia, el mejor amigo del gol en este Mundial.
“Hemos dado varios pasos históricos conseguimos nuestra mayor victoria en un torneo para Inglaterra (6-1 contra Panamá), nuestro primer triunfo en un duelo eliminatorio en diez años, nuestra primera victoria en unos cuartos de final en mucho tiempo, así que vamos a intentar seguir derribando esas barreras”, afirmó el técnico de los ‘Pross’, Gareth Southgate.
Y si pasa la semifinal, la barrera es Francia. Derribarla será un trabajo muy arduo.
Bleus endiablados
Francia se metió de cabeza en la final de Rusia 2018 al derrotar 1-0 a Bélgica y jugará su tercer partido decisivo tras lograr el título en su casa en 1998 y caer ante Italia en Alemania 2006.
Un testarazo del defensa central Samuel Umtiti al minuto 51 le abrió a los Bleus la posibilidad de conquistar su segundo título mundialista e igualar a Argentina y Uruguay.
Con apenas algunos destellos de calidad de Kylian Mbappé y muy poco de Antoine Griezmann, Francia igualmente se las arregló para contener a unos diablos rojos que estuvieron al borde del ataque de nervios tras el tanto galo.
“Acabamos de darnos el inmenso privilegio de entrar en la final de la Copa del Mundo. Hace dos años, en la final de la Euro, fue tan doloroso… que ahora hay que saborearlo”, afirmó el técnico de Francia. Didier Deschamps.
El equipo dirigido por Deschamps cayó en la final de la Eurocopa de 2016 contra la Portugal de Cristiano Ronaldo, que acabó sorprendiendo a la poderosa anfitriona en casa.
“No es poco dos finales en dos años. El deporte nos da el poder de dar felicidad a la gente, de compartir esto con los hinchas franceses. Ahora no nos damos cuenta (…) Vamos a hacer lo posible para que todavía haya más felicidad”, prometió.
Los belgas habían marcado más que nadie (14 goles) en el torneo pero se fueron en blanco en el partido que estaban decididos a superar su mejor actuación históricala anterior mejor, la semifinal de México-1986 cuando fueron eliminados por la Argentina de Diego Maradona, luego campeona.
Si Mbappé y Griezmann elevan su nivel para darle un salto de calidad a un compacto seleccionado galo, Inglaterra o Croacia, estará en problemas.